Estos son los horarios más peligrosos para tomar comidas grasientas

Si en lugar de un horario laboral fijo estamos trabajando por turnos, los efectos perniciosos de la dieta alta en grasa se multiplicarán

El consumo de 'grasas buenas' en lugar de las saturadas reduce el riesgo de muerte
photo_camera Estos son los horarios más peligrosos para tomar comidas grasientas

Según informa Roberto Méndez en EL ESPAÑOL, La ya denominada "Dieta Occidental", caracterizada por su elevado contenido en alimentos ultraprocesados, como los hidratos y grasas refinadas, conlleva un elevado contenido de grasas cuya cantidad sobrepasa cualquier recomendación nutricional, además de no destacar precisamente por ser grasas consideradas como "saludables".

Este tipo de dieta, además de haber demostrado aumentar el riesgo de obesidadalteraciones metabólicasenfermedad de Alzheimercáncer de colon y un aumento del riesgo de sufrir metástasis en un cáncer de próstata, parece afectar peor a unos individuos respecto a otros. Concretamente, según se desprende de los resultados publicados recientemente en el FASEB Journal, los trabajadores que alternan turnos sufrirían más si cabe los efectos de este tipo de dietas altas en grasa por su mal control del reloj biológico.

Los riesgos de no tener horarios

Actualmente no son pocos los trabajadores cuyo turno no tiene un horario concreto sino que deben ir alternando turnos, algo que puede perjudicar gravemente a su reloj biológico, no solo a nivel de un aumento de riesgo de sufrir alteraciones del sueño, sino también a nivel metabólico. En otras palabras, un mal control del reloj biológico puede aumentar el riesgo de obesidad, ya de por sí incrementado si se consume una Dieta Occidental.

Teniendo esto en cuenta, David Earnest y sus colegas de la Universidad de Texas han intentado vislumbrar hasta qué punto la alteración del ciclo del sueño puede colaborar en los efectos ya de por sí perjudiciales de una dieta alta en grasas. Cabe destacar, por otro lado, que trabajar a turnos -y por tanto no tener un hábito del sueño concreto- ya altera por sí mismo los hábitos alimentarios.

Todas las células del organismo humano poseen un reloj biológico, el cual se regula por un ciclo sueño-vigilia de alrededor de 24 horas, en el cual se tiene en cuenta no solo la somnolencia a las horas correctas, sino también el hambre y otros procesos biológicos relacionados con el metabolismo.

Sigue leyendo este artículo completo en EL ESPAÑOL

Comentarios