Un artículo de Juan Rodríguez de Rivera publicado en EL ESPAÑOL
Calorías desdramatizadas
Los frutos secos son muy calóricos. Incluso los que tienen menos calorías sorprenden cuando se observan sus niveles nutricionales. Sin embargo, en este caso las calorías no están relacionadas con el potencial de estos alimentos para hacernos engordar. Así lo afirman los expertos que, además, aseguran que pueden ayudar a prevenir el sobrepeso y la obesidad.
Las calorías no deberían, en ningún caso, señalar qué alimento es saludable y cuál es pernicioso. De hecho, los frutos secos también tienen grandes porcentajes de grasa en su composición, pero se trata de grasas de calidad. Son de los tipos mono y poliinsaturados y, entre ellos, se encuentran ciertos ácidos grasos esenciales. Es decir, son componentes que el cuerpo debe incorporar porque el cuerpo no los produce por sí mismo.
Destacan también en la composición de los frutos secos el alto contenido en fibra y en ciertos minerales como pueden ser el fósforo o el magnesio. De todas formas, el aporte de estos minerales varía de unos frutos a otros y, de igual manera, sucede con las vitaminas que son muy variadas en este tipo de alimentos.
Los cacahuetes
Toda la vida han sido considerados como frutos secos, sin embargo, son legumbres. Aunque las legumbres se suelen emplear como platos principales, el cacahuete se toma, principalmente, como aperitivo. Además, no hace falta cocerlos, si no únicamente tostarlos para poder consumirlos, como los frutos secos. Los cacahuetes tienen un total de 567 calorías por cada 100 gramos. Destaca su contenido en calcio, en fósforo y en ácido fólico. Además, tienen casi un 26% de proteína, lo que les posiciona como una buena fuente de estas macromoléculas en su versión vegetal.
Los más saludables y nutritivos son los que se venden con su cáscara natural. Aquellos que se comercializan bañados en miel no tendrían tantos beneficios, así como la crema de cacahuete, muy popular en Estados Unidos.
Los pistachos
Los pistachos son uno de los aperitivos más populares. Por cada 100 gramos de ellos, el consumidor obtiene 562 calorías. De los pistachos destaca el contenido que tienen en fibra y en proteínas. En concreto, contienen en torno a un 20% de proteínas y, en cuanto a la fibra, puede variar según el pistacho entre un 10 y un 20%. Además, los pistachos tienen un contenido alto en minerales: fósforo, magnesio y calcio.
Los pistachos se encuentran en el mercado tostados, con o sin sal. Por esta razón, puede ser uno de los aperitivos saludables más fáciles de encontrar. Sin embargo, no es un alimento del que se deba abusar.
Los anacardos
El anacardo procede de Brasil, pero en la actualidad está ampliamente extendido. Posee 553 calorías por cada 100 gramos y es una gran fuente de fósforo porque, en esa misma cantidad, alberga casi 600 miligramos de este mineral. Su contenido en magnesio y en selenio también es considerable. Este último elemento es muy importante en la asimilación del calcio.
Además, este fruto seco es rico en ácido grasos esenciales como el oléico y el linoléico. También lo es en vitaminas del tipo B, en especial, B1, B2 y B5, encargadas, principalmente, del correcto funcionamiento celular. Los anacardos se comercializan, principalmente, para consumirse como aperitivo.
Las pipas de calabaza
La calabaza es uno de esos alimentos que se introdujo en nuestra dieta tras el contacto de los europeos con los pueblos nativos americanos. Las semillas que se encuentran en el interior de estas verduras también tienen un buen contenido nutricional. De hecho, cada 100 gramos de estas semillas contiene 446 calorías. La mejor manera de consumir estas semillas es en su variante cruda ya que, de esta manera, conserva mejor sus propiedades nutricionales.
El porcentaje de grasa de las pipas de calabaza se sitúa ligeramente por debajo del 50%. Se suelen encontrar comercializadas como aperitivo y, normalmente, tostadas. Sin embargo, también es común encontrarlas crudas para añadirse a ensaladas o cremas de verduras.
La castaña
La castaña es, con diferencia, el fruto seco que menos calorías tiene. En el pasado era el alimento base de los europeos, antes de que se introdujeran en el continente las patatas y el maíz. Por cada 100 gramos el consumidor obtiene sólo 213 calorías. Su porcentaje de grasa también es escaso, tan sólo un 1,1%. De la castaña destaca su contenido en fibra y en potasio. También es importante la presencia en ellos de proteínas y de minerales que pueden ser de ayuda para personas con anemia.
Las castañas asadas que se comercializan, principalmente, en otoño son la mejor variedad que se puede consumir. Al igual que los demás frutos secos, se encuentran en recetas menos saludables, como pueden ser los postres azucarados.
Fuente: EL ESPAÑOL
