Estos son los diez fármacos más vendidos en España y ninguno de ellos cura

Según el Observatorio del Medicamento, el top 10 de medicinas más compradas está encabezado por analgésicos y ansiolíticos, que sólo palian síntomas

Según informa Roberto Méndez en EL ESPAÑOL, actualmente, tanto en España como en la gran mayoría de países occidentales, el gasto sanitario está totalmente desproporcionado en relación a la reducción de la mortalidad en la población general. Por ejemplo, en EEUU, el 90% del presupuesto destinado a mejoras en la salud de la población se dedica al sistema nacional de salud, es decir, a la medicina y todas sus tecnologías; sin embargo, en dicho país la sanidad tan solo logra contribuir en un 11% a la reducción de la mortalidad.

Entre todo este presupuesto no solo se tienen en cuenta mejoras en la medicina, sino también el precio de los fármacos que están financiados de forma parcial o total. En el caso de que muchos de dichos fármacos tuviesen un potencial curativo -como sí lo tienen los antibióticos- no sería una mala noticia el "gasto excesivo". Sin embargo, en el caso de España, ninguno de los diez fármacos más vendidos tiene potencial curativo según los datos aportados por el Observatorio del Medicamento . De hecho, la mayoría de ellos tan solo aportan un alivio sintomático, y otros se deben tomar de forma crónica, es decir, de por vida para aliviar la enfermedad que tratan.

Nolotil (metamizol)

El primer fármaco más vendido en España en 2016 -últimos datos disponibles- fue Nolotil, una marca, cuyo principio activo es el metamizol. Este fármaco tiene poder analgésico y antipirético, es decir, sirve para disminuir el dolor y también la fiebre.

Solo durante el año 2016 se vendieron 18,5 millones de unidades de este fármaco, un tipo de medicamento cuyo objetivo principal es paliar el dolor de diversos orígenes, incluyendo los dolores espasmolíticos o cólicos, como son los provocados por un cólico renal o por espasmos intestinales. Se trata de dolores agudos, aunque el Metamizol también suele ser usado en casos de dolor crónico como fármaco secundario, acompañando a otros.

Sin embargo, se trata de un fármaco sintomático, sin potencial alguno para curar ningún tipo de enfermedad.

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