Estos son los diez animales acuáticos más peligrosos para el hombre en España

La proliferación de medusas y carabelas portuguesas preocupa, pero otras especies también pueden causar problemas a través de una picadura venenosa o una mordedura

Estos son los diez animales acuáticos más peligrosos para el hombre en España - EL ESPAÑOL
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Según informa José Pichel en EL ESPAÑOL, si vuestra excusa para no ir a la playa es que puede aparecer un tiburón como el de la película de Spielberg, podéis estar tranquilos, que no veréis a ningún escualo atacando indiscriminadamente a bañistas ni a personas huyendo del agua despavoridas como en un famoso anuncio de los 80.

Eso no quiere decir que bañarse en el mar sea igual de seguro que ponerse a remojo en la piscina de la urbanización. Si unimos la imprudencia a la mala suerte, siempre puede haber algún animal –más discreto que un tiburón– que nos dé un susto en las costas españolas.

Las medusas

La reina de las picaduras en el agua es un invertebrado de aspecto gelatinoso y cuerpo en forma de campana. Protección Civil alerta de que hay una decena de especies de medusa frecuentes en las costas españolas, pero su peligrosidad es muy distinta, ya que algunas son inofensivas y otras poseen un veneno que puede causarnos problemas.

En general, una picadura de medusa no suele ser grave salvo que se produzca una reacción alérgica, pero en cualquier caso el dolor, el picor y el hormigueo que conlleva nos va a hacer pasar un mal rato. Y ojo a la hora de tratar la herida, que podemos agravar el problema: hay que limpiarla con agua salada, nunca con agua dulce y mucho menos con orina –remedio casero popular–, ya que podrías agravar el dolor. Después, una pomada con antihistamínicos y corticoides hará que estemos como nuevos en pocos días.

Estos animales se ven arrastrados por las corrientes de agua y por eso de vez en cuando llegan flotando hasta la costa, pero su pequeña invasión no suele durar mucho tiempo. No obstante, su número aumenta espectacularmente en todo el mundo a causa del cambio climático y la ausencia de depredadores. De hecho, la FAO dice que los depredadores deberíamos ser nosotros, ya que las medusas pueden formar parte de nuestra dieta, aunque de las que llegan a nuestras costas sólo la especie Cotylorhiza tuberculata es comestible.

La carabela portuguesa

Aunque a veces se la considera una medusa más e incluso se conoce como “falsa medusa”, la carabela portuguesa (Physalia physalis) es un sinóforo. Además de su color violáceo, a simple vista la diferencia es que, en lugar de una campana, parece una bolsa flotante con un gas en su interior que le ayuda a desplazarse. Por debajo tiene filamentos con células urticantes que pueden inyectar un veneno mucho más potente que el de las medusas.

La mala noticia es que a esta especie, tan atlántica como su nombre, últimamente le ha dado por tomarse unas vacaciones en el Mediterráneo, así que parece que nos la podemos encontrar casi en cualquier parte y llevarnos algo más que un disgusto. No hay más que preguntarle al reportero de Telecinco Jano Mecha, que hace días fue una de sus víctimas.

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