Se sacó cientos de veces el carnet de conducir haciendo de 'negro' para sus compatriotas

Cobraba 2.000 euros por suplantar la identidad de otros subsaharianos en los exámenes, presentando documentación falsificada por su socio nigeriano. Hay 46 detenidos

Se sacó cientos de veces el carnet de conducir haciendo de 'negro' para sus compatriotas - EL ESPAÑOL
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Según informa David López Frías en EL ESPAÑOL, Los agentes de policía se dieron cuenta de que algo fallaba en los exámenes de conducir de algunos ciudadanos de Ghana. Fue casi por casualidad, en la Jefatura de Tráfico de Tarragona. Unos agentes acudieron para revisar la documentación de los aspirantes y se percataron de que un subsahariano se había presentado a sacarse la teórica con documentación falsa. Básicamente, lo que pasaba es que había ido a examinarse un señor ghanés que sí que se sabía las preguntas, pero haciéndose pasar por un compatriota suyo que probablemente no se las sabía. “Los españoles nos ven a todos los subsaharianos iguales; no se van a enterar”, debieron pensar.

Podría haber quedado en una anécdota, en un caso aislado. Un ghanés que quiso hacerle un favor a un compatriota. Pero tirando de este hilo, la Policía Nacional y los Mossos d'Esquadra acaban de desmantelar una organización criminal africana que se encargaba de suplantar identidades en los exámenes de conducir. 2.000 euros era el precio que tenía que pagar aquel subsahariano que quisiese el carnet de conducir sin tener que pasar por el trauma de los exámenes. A cambio de ese dinero, un señor de Ghana, siempre el mismo, acudía por su compatriota a examinarse.

¿Cómo lo hacían? Falsificando documentación. De las 46 detenciones que ha practicado la policía en 12 ciudades españolas, hay dos personas que son los cabecillas de esta red: el ghanés que mandaba en estaa trama y se examinaba por los demás compatriotas, y su lugarteniente: un auténtico experto en falsificar papeles oficiales. Él era parte esencial en esta trama y es natural de Nigeria, la capital mundial de las estafas. 

Por 2.000 euros, todo incluido

Las falsificaciones del nigeriano eran prácticamente perfectas. Así, si un ciudadano subsahariano quería el carnet de conducir, sólo tenía que acudir a esta mafia, pagarles 2.000 euros y despreocuparse de todo lo demás. A partir de ahí, la organización se ponía a trabajar: el nigeriano elaboraba una documentación falsa con los datos del que quería el carnet de conducir. Pero en lugar de poner la foto real, ponía la del ghanés que iba a ir a examinarse en su lugar. El cambiazo en la foto no siempre era necesario: si el cliente y el ghanés se parecían físicamenente, directamente ponían la foto del pagador. Y colaba.

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