La retirada del colchón de Mariano y Viri, donado a una ONG, inició la mudanza “exprés” en Moncloa

El colchón, las sábanas y las toallas son los tres artículos que el personal de Moncloa renueva en primer lugar. “Nadie quiere dormir en la cama en la que ha dormido tu adversario político”, señala una extrabajadora del recinto

La retirada del colchón de Mariano y Viri, donado a una ONG, inició la mudanza “exprés” en Moncloa - TOMAS SERRANO / EL ESPAÑOL
photo_camera La retirada del colchón de Mariano y Viri, donado a una ONG, inició la mudanza “exprés” en Moncloa - TOMAS SERRANO / EL ESPAÑOL

Según informa Marta Espartero en EL ESPAÑOL, cinco escalones separan el suelo llano del palacio presidencial de la Moncloa. Marmóreos, blancos, inmaculados. A lo lejos puede parecer una distancia asumible para cargar cajas de mudanzas, pero de cerca, bajo la lupa de una moción de censura histórica, trasladar los enseres que adornaron la vida y gobierno de Mariano Rajoy y familia pesan. Pesan mucho. Más si se trata del colchón que atestiguó los desvelos del expresidente del Gobierno.

Su salida exprés, gestada en menos de una semana, todavía resuena en los huecos de España. Rajoy se muda, pero si hay algo claro en Moncloa es el protocolo a seguir para acomodar a los siguientes moradores. No es una decisión tomada en caliente: los primeros cambios de la era post Mariano y su mujer, Elvira Fernández, Viri, son los mismos desde la época de Calvo-Sotelo, según ha podido saber EL ESPAÑOL. Y el primer paso es cambiar de colchón. Su destino: una ONG.

Junto con las sábanas y las toallas, el colchón conforma la santísima trinidad de los nuevos presidentes españoles. Son los tres artículos que el personal de Moncloa renueva en primer lugar, según las órdenes dictadas por Pilar Ibáñez-Martín, esposa de Calvo-Sotelo. El colchón saliente se dona a una ONG y rápidamente es sustituido. Pero no es una bicoca. El nuevo jefe del Gobierno no decide sobre qué tipo de cama descansará. Cosas de la casa.

"Nadie quiere dormir en la cama de su adversario"

“Nadie quiere dormir en la cama en la que ha dormido tu adversario político”, ríe en conversación con este periódico la exempleada de Moncloa y escritora Mª Ángeles López de Celis. “Lo del colchón es habitual, pero hay estructuras que no se pueden cambiar, como el cuarto de baño. Toca aguantarse: no se va a construir a gusto de cada jefe del Gobierno”.

La vivienda privada del Palacio de la Moncloa es un terreno desconocido para los españoles. Las pocas imágenes que se conocen del recinto suelen reducirse a los actos oficiales, que suelen tener lugar en el Edificio del Consejo de Ministros. A poco más de cien metros, sin embargo, se erige el inmueble que trata de separar la vida laboral de la familiar del presidente, como si lo personal no fuera político.

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