"Recuerdo la cara de las 27 personas que maté"

"Me arrepiento todos los días". Habla un expandillero que se define como un "solvente asesino". En esta entrevista explica cómo funcionan las maras en El Salvador y cómo logró salir de prisión y dejar atrás su vida de asesino

"Recuerdo la cara de las 27 personas que maté"
photo_camera "Recuerdo la cara de las 27 personas que maté"

Según informa Javier Brandoli en EL ESPAÑOL, a Mike, nombre ficticio, la vida le sucedió de la siguiente manera: nació en el seno de una familia humilde en una colonia de El Salvador donde se instaló la pandilla; de niño jugó con los miembros de la pandilla; de adolescente los amigos le pidieron si quería seguir "jugando" con ellos, que se uniera a la pandilla; pasó drogas y armas por la pandilla; mató a un tipo para entrar en la pandilla; asesinó a 26 personas más por la pandilla; se hizo el jefe de su pandilla; empezó a robar a su pandilla; fue delatado por su pandilla; le torturaron los policías para que él delatara a su pandilla; delató a sus compañeros para evitar que en el penal lo asesinaran los miembros de su pandilla; huyó de la pandilla y hoy, arrepentido de tanto horror, sabe que si le encuentran... le matara su pandilla.

Esta es la entrevista a un marero, un "solvente asesino" como él mismo se define:

¿Cómo fue su vida? ¿Tiene hermanos, estudios?

Tuve una vida normal con mi padre, madre y hermanos. El factor económico era horrible, cuando tuvimos refrigerador en casa yo tenía 18 años.

¿Cómo entra en la pandilla?

El porqué me lo sigo preguntando a estas alturas de mi vida. Tenía vecinos y hermanos que jugaban a lo mismo y no fueron parte de la pandilla y yo sí. Quizá de una necesidad de autoestima. Yo tenía 14 años.

En su barrio existía esta pandilla...

Estaba rodeado de la pandilla 18. Convivía con ellos haciendo favores, fumando marihuana, haciendo compras para hacer parte de la pandilla.

¿Y?

Viene la pregunta: ¿vos quieres ser parte de la pandilla?

¿Decir que no implica algún problema?

No, ninguno, pero decir que no implica que no vengas a sentarte conmigo, no escuches mi plática, no tienes derecho a algunos privilegios de un pandillero.

¿Cuáles son?

Un privilegio es ir a la escuela y un tipo rudo me quiere golpear. Llega la pandilla, 15 o 20, los que sean necesarios, y al tipo lo van a golpear o hasta más. La protección es un beneficio, el respeto o miedo de la gente es otro beneficio.

¿Qué tuvo que hacer al entrar?

Lo primero es ir a postear. A la pandilla le gusta que seas menor de edad. El menor de edad puede mover un arma, la droga... Si me cacha la policía no me va procesar. Lo máximo voy a estar seis días y de nuevo a la calle.

¿No tuvo que hacer los rituales de entrada en los que deben aguantar una paliza o matar a alguien?

Eso es cuando ya eres brincado. Antes del brincado es el punto más importante. Para hacer el brincado debes matar.

¿Cómo se produce ese momento?

La pandilla casi siempre tiene perfiles, sabemos los enemigos. El peor enemigo de la 18 es la MS. Nos conocemos, vive en una colonia que hay MS, va tatuado y a ese hay que matar. Y tengo que ir por la noche a esa colonia.

¿Le dijeron una persona?

Sí.

Y cuando se lo dijeron, ¿tuvo dudas?

En el momento que estaba con ellos no, me siento acuerpado. Vamos, y vamos ya si es posible. Yo lo tengo identificado, él vive cerca de donde vivo. Conozco todos sus movimientos, quiero ir ya. Pero la situación va a ser por la noche. A mí se me da la orden por la mañana y solo en mi casa sí comienzo a tener dudas.

¿Las tuvo?

Sí, pensé para dónde me voy a ir, si alguien me mira, si llega la Policía, si me arrestan...

¿Tuvo alguna duda ética sobre el hecho de matar a alguien o era sólo un enemigo?

Eso es lo que te meten y digo te meten porque desde que uno comienza a hacer favores te meten esa idea de que ahora que eres parte de la pandilla tienes enemigos y la única forma de seguir viviendo es matando si no vos a ser la víctima.  Si yo no mato a este tipo él me va a matar mañana a mí. Entonces ya no existe aquel valoración de la vida de él, me importa poco porque lo veo como un enemigo que me va a matar a mí si yo no lo mato.

¿Lo hizo?

Sí.

¿Cómo?

Con una pistola.

¿Después de eso hizo el brincado?

Eso sí la pandilla da el OK y dice que tienes el valor y puedes formar parte.

¿Puede pasar que aunque mates no lo acepten?

Hay algunos que hicieron algo y se les vio cierta actitud de temor y no les brincaron. Tuvieron que matar, iban acompañados por otro miembro veterano y no les vio la actitud.

En su caso hizo el brincado, ¿no?

Sí.

¿En qué consiste el brincado?

Uno es golpeado en todo el cuerpo, lo único que respetan es la cara y las partes sensibles. Le golpean a uno entre tres homeboys, personas ya brincadas. No puede participar ni estar presente alguien que no esté brincado. Está también el palabrero que cuenta los 18 segundos.

¿Que siente durante esos 18 segundos?

Hay bastante adrenalina, no hay dolor. A veces se complica porque el palabrero puede contar como le dé la gana. Él puede decir uno y en lo que se termina un cigarrillo decir dos.

¿En su caso cómo fue?

Siento que fue rápido, fueron 18 segundos. Quizá más rápidos que el reloj. Hay veces que se usa como castigo porque alguien infringió una norma y cuentan como les da la gana. 18 segundos pueden durar cinco minutos. Yo me pude defender, abracé a dos tipos y sólo me pegaba uno en mi espalda

Pasa entones a ser parte de la pandilla y a ser un soldado a las órdenes del palabrero, ¿qué labor tiene?

Ya no posteas ni mueves armas o drogas.. Ya no se puede dar mucho color, el homeboy se tiene que cuidar de la Policía.

Y entonces, ¿cual era su labor dentro de la pandilla?

Seguir matando.

¿Cuántas personas ha matado?

Unas 27.

¿Recuerda las caras de las 27 personas?

Sí.

¿Cuando recuerda esas caras, en su cabeza, alguna ha significado algo especial o todas eran iguales?

No eran todas iguales. Se dieron algunos casos donde eran vecinos, había algún vínculo de amistad, pero tenía antecedentes malos con la pandilla y había que matarlo.

¿La orden de matar se la daba el palabrero?

La regla ya está establecida. Primeramente mi enemigo es el MS y otras pandillas que existen como los Mao Mao, Maquina y Mirada con los que también hay que acabar. El peor enemigo es el MS, son muchos.

Además de ellos hay muchos a los que quitar la vida, se les llama piedra de tropiezo. Es una persona que no está de acuerdo, que llama a la policía cuando estamos reunidos, que está estorbando a la pandilla.

Para entenderlo, serían los civiles, ya que ustedes son soldados, que llaman a la policía, el comerciante que no les paga la renta...

¿Le tocó matar a alguno de esos?

No.

¿Siempre fueron pandilleros los que mató?

Sí, tenían vínculo o eran de la pandilla.

¿Mujeres y niños?

Hubo una mujer pandillera. Niños no.

¿Hay alguna vez que se haya arrepentido de la muerte de alguno?

Me arrepiento todos los días de la muerte de todos. Independientemente de si eran contrarios, si me hubieran querido matar, a cuantos mataron ellos... eso no me importa. Hoy lo veo diferente y siento que yo no tenía el derecho para quitarle la vida a ninguno.

¿Tuvo contacto con el entorno de alguno? Dice que algunos eran vecinos...

No tengo contacto, pero sí he visto y de repente te los chocas por la calle o en un autobús y toca esconderse.

¿Ellos saben que había sido usted?

¿Tuvo novia dentro de la pandilla?

Sí, pero no era de la pandilla.

¿Cómo lo vivía?

Uno tiene muchas novias, pero una es la principal. Todas las chiquillas quieren estar con uno por protección. La novia se siente protegida y con un estatus.

¿Las pandilleras tienen que tener relaciones sexuales con todo el grupo?

No y ninguna es violada. Siempre se respeta a la novia o mujer de un homeboy. Hay chicas que son afines y quieren estar sólo vacilando con la pandilla. Si alguna quiere tener algo puede, pero ninguna es obligada.

¿El rito de iniciación de ellas es mantener relaciones sexuales con los pandilleros?

Eso era en un principio, de los primeros pandilleros de los 90 hasta 2002. La mujer tenía que tener relaciones con 18 homeboys. Era porque no podía ser golpeada por tres hombres, le hubiera causado bastante daño. No había bastantes mujeres, pero cuando fue creciendo el número de homegirls ya el ritual cambió. La que entraba, si la clica [una sección de la pandilla] tenía tres homegirls, ya podían golpearla. Para 2004, si una clica sólo tenía dos mujeres otra clica le podía prestar una para que la iniciación no fuera tener relaciones sino ser golpeada.

¿Hasta dónde llegó en su 'clica'?

Llegué a ser palabrero.

¿Cómo sucede?

La labor del barrio es matar y matar. Hay diferentes actitudes, en aquel momento mi adrenalina era tal que me importaban poco las consecuencias. Yo iba a seguir. El promedio de alguien que mata es cinco o siete rivales y cae preso. Yo llevaba 15 y todavía seguía en las calles. Yo era de los que cuando el palabrero mío decía hay que ir donde fulano a matarlo, yo levantaba la mano y decía voy, ahora, ¿cuándo vamos? Yo tomaba la iniciativa. Entonces hubo un operativo de la policía donde el palabrero de mi clica cae preso. En ese momento hay que nombrar a alguien.

Sigue leyendo la entrevista en EL ESPAÑOL

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