Brogan-Lei acudió al médico con 7 años a causa de su malestar. Los médicos, en el servicio de urgencia, le diagnosticaron por error un problema estomacal, cuando en realidad era algo mucho más grave. La pequeña, en consecuencia a su deterioro, volvió al hospital donde tuvo que estar ingresada en coma durante una semana a causa de una septicemia.
La pequeña perdió los dos pies y después, las dos piernas, a causa de la meningitis. Su madre, siempre estuvo con ella. “Acabamos de llegar de una pausa familiar. Brogan tenía solo 7 años en ese momento. No parecía ella. Tenía insomnio y vomitaba”, señala Amy.
“El daño se hizo en pocas horas, pero solo el tiempo dirá cómo afectará este hecho a su vida. No quería que mi niña perdiera las dos piernas, pero era la única opción. Somos muy afortunados de que se haya salvado pero nos sentimos devastados”, explica la madre de la menor.
“La meningitis actúa rápidamente y es difícil de detectar”, señala Rob Dawson, Director de Soporte y Comunicaciones para la Fundación de Investigacíón de Meningitis. Brogan-Lei, ahora con 11 años, fue muy valiente y trabaja para reconstruir su vida. Quiere volver a ser independiente una vez más. Una terrible historia de lucha y superación.
