El pueblo que juzgaba a las mujeres: se convertían en "putas" para no parecer "lesbianas"

Wind Gap es un pueblo (imaginario) al sur de Missouri y es el escenario misógino donde se desarrolla 'Heridas abiertas', la nueva serie de HBO que se emite cada lunes

El pueblo que juzgaba a las mujeres: se convertían en "putas" para no parecer "lesbianas"
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Según informa Carolina Heredia en EL ESPAÑOL, imagínense una serie donde los personajes principales sean mujeres y donde el hombre a duras penas pase de secundario, girando por completo la tortilla interpretativa. Imagínense que, además, esas mujeres tienen, por fin, relieve emocional y personalidad compleja, llena de claroscuros. No son santas, no son perfectas. Pueden ser pérfidas, pueden ser villanas, pueden ser incorrectas -no tienen nada que ver con la elegancia y el civismo de Sexo en Nueva York-. Imagínense que toda la tormenta interior de estas mujeres se concentra en un pueblecito. Si no se imaginaban que exista esa serie, aquí está: Sharp Objects

Se abre el telón: Camille Preaker describe una escena del crimen en medio del bosque. Dos chicas adolescentes fueron encontradas muertas allí mucho tiempo atrás, con las muñecas cortadas. Eran lesbianas, estaban locamente enamoradas y una de ellas había tenido una bebé: la cría, al ir creciendo, fue perseguida por el estigma homófobo que también persiguió a su madre. La niña “[se llamaba] Faith Murray pero la llamábamos 'Bollera' Murray, como si eso se heredara. Bastante irónico si consideramos que se tiró a un porrón de chicos para demostrar que no lo era, como su madre. Lesbiana no, pero puta sí era”. Y añade que en el pueblo a las mujeres se les pone una etiqueta cruel si no se ajustan a las reglas.

Wind Gap está al sur de Missouri, tiene unos 2000 habitantes y su única industria es la matanza de cerdos. Allí viven los ricos de toda la vida y la escoria. Wind Gap es ficticio, como otros tantos pueblos de la literatura. Es el escenario idílico de la nueva serie de HBO, Heridas abiertas, protagonizada por Amy Adams en el papel de Preaker. El drama está basado en el libro que lleva el mismo nombre, Sharp objects en inglés, escrito por Gillian Flynn, la misma que revolucionó en 2012 con Perdida.

Camille Preaker es una periodista traintañera que se dedica a cubrir historias de crímenes. Trabaja para el Daily Post de St. Louis. Su jefe, un metomentodo, la envía a Wind Gap para escribir sobre el asesinato de una niña y la desaparición de otra. La misión tiene un doble propósito. Hacer que Camille escriba una historia alucinante que la ayude a ganar un Pulitzer y enfrentarla con sus demonios.

La historia de los crímenes de Wind Gap pasa a ser algo secundario cuando se descubre la verdadera trama de la serie. Camille Preaker es una alcohólica que se la pasa bebiendo vodka de una botella de plástico que rellena a cada nada, para disimular. Tiene una madre controladora que no la quiere. Una hermana pequeña de 13 años que "actúa como una ramera" -dicho por la propia Camille- y como telón de fondo un pueblo lleno de prejuicios. Un pueblo enclavado en Missouri, un estado que históricamente fue esclavista y se dividió entre los Confederados y la Unión.

Secretos y racismo

Wind Gap es el pueblecito americano donde “tus secretos son usados en tu contra”, le explica el personaje de Adams al policía forastero que llega para investigar los crímenes. Salta a la vista el secreto de Nathalie, por ejemplo, una de las víctimas. La familia de la niña se muda al pueblo después de que Nathalie le clavara un lápiz en el ojo a una compañera que lo había tomado prestado. Entonces la chiquilla se quedó con la etiqueta de bicho raro, violenta, problemática. O de los orígenes de Camille, hija de alguien que embarazó a su madre cuando esta era muy joven y que la propia Camille desconoce.

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