Un portero de 17 años, hospitalizado tras ser brutalmente agredido en un partido

El futbolista fue apaleado por padres, aficionados y propios jugadores del equipo rival. El meta, menor de edad, se desmayó y perdió la conciencia. Más tarde fue llevado a un hospital, donde se recupera

Un portero de 17 años, hospitalizado tras ser brutalmente agredido en un partido - EL ESPAÑOL
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Según informa Daniel Calle en EL ESPAÑOL, un futbolista de 17 años, portero del Jódar EMD (equipo de esta localidad de Jaén), fue brutalmente agredido este domingo en La Puerta de Segura, municipio de la misma provincia, después del enfrentamiento de octavos de final de la Copa Diputación de Jaén, donde el Jódar ganó yaficionados, padres y propios jugadores de La Puerta pegaron al jugador, que se encuentra hospitalizado, tras caer inconsciente en el vestuario.

Manuel Ogayar, relatan testigos presenciales y periodistas jienenses, fueagredido una vez acabado el partido (3-4, victoria del Jódar), cuando la mayoría de sus compañeros ya se encontraban dentro del vestuario. Él tardó algo más en llegar y fue cuando un grupo de entre ocho y diez personas le abordaron.

Según relata el entrenador del Jódar al diario Columna Cero, sus jugadores, que militan en categoría juvenil, tuvieron que soportar durante todo el partido insultos y amenazas por parte de la afición rival, incluidos algunos jugadores de La Puerta. Una vez pitado el final del duelo, y cuando él se dirigía a la caseta del árbitro, vio a su portero caído en el suelo. 

Logrando quitar del lugar a los presuntos agresores, el técnico llevó a su meta al vestuario, donde se desmayó fruto de los golpes recibidos. Minutos más tardes, Manuel Ogayar perdió el conocimiento. A falta de una ambulancia que no llegó, pese a llamar al 112, y ante la ausencia de la Guardia Civil, decidieron llevar al menor al hospital Sierra de Segura, donde se le atendió. El futbolista quedó en observación tras recuperar la conciencia.

Todo esto ocurrió en un clima de tensión durante el partido, con comentarios de miedo como "de aquí no salimos, nos van a apuñalar" y ante la atenta mirada de algunos padres de los chavales, incluido el del portero agredido, que comenzó a gritar "me lo han matado, me lo han matado"cuando vio a su hijo en el suelo.

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