Paz, la mujer que cantaba como Amy, asesinada por quien decía ser su proxeneta

El hombre que mató a Paz llegó incluso a hablar con los medios de comunicación para desviar las pistas hacia otro lado. Gijonesa de 43 años, era madre de dos hijos

El beso de la muerte de Paz Fernández con Javier, el presunto asesino - EL ESPAÑOL
photo_camera Paz, la mujer que cantaba como Amy, asesinada por quien decía ser su proxeneta - EL ESPAÑOL

Según informa Marta Espartero en EL ESPAÑOL, a Paz Fernández Borrego sus hijos la llamaban su “Amy rubia”. Su voz, áspera, rota, ronca, era un imán para conseguir que brotara la sonrisa entre quienes la rodeaban. Disfrutaba de la compañía, de las risas en los bares. Siempre envuelta en su aire hippie. Siempre en un pequeño piso donde pasaba las horas tocando la guitarra en su sillón de color rosa cubierto con mantas de colores. Siempre rodeada de amigos. Hasta que uno de ellos, que alardeaba de ser su proxeneta, la asesinó a golpes.

La gijonesa -una mujer alegre, familiar, positiva- desapareció sin dejar apenas rastro el pasado 13 de febrero. Veinte días más tarde, el 7 de marzo, se hizo el silencio total. Habían encontrado su cadáver en el embalse de Arbón, ubicado en el concejo asturiano de Villayón. Supieron que era ella: llevaba el mismo vestido del día de su desaparición, reconocieron su largo pelo rubio y pronto vieron su tatuaje.

Las circunstancias de su desaparición no encajaban con la personalidad de la mujer. De Paz, que tenía 43 años, todo el mundo destaca su vibrante manera de ser. Es un denominador común entre quienes la describen: “Era pura alegría y vitalidad”, “alegre, entusiasta y llena de vida”, “llena de salero y de arte”. Paz igual cantaba que bailaba. Pero siempre reía.

De espíritu aventurero, la gijonesa adquirió una caravana con la que disfrutaba de largos viajes por carretera. A Paz también le gustaba el reiki, salir a montar a caballo y hacer noche en la carretera en su vehículo. Cantaba en un grupo con amigos.

Sigue leyendo este reportaje completo en EL ESPAÑOL

Comentarios