Paco, el único rey mago de verdad, dimite al no tener ayuda de España

En 20 años ha conseguido recaudar y repartir hasta 70.000 juguetes a niños de Algeciras. La falta de apoyos pone fin a su sueño

Paco, el único rey mago de verdad, dimite al no tener ayuda de España
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Según informa Alberto R. Aguilar y Carlos Frías en EL ESPAÑOL, la furgoneta Reyes Magos 98 tiene dieciséis años y ya sufre los envites del tiempo, pero sigue siendo parte del paisaje urbano de Algeciras. Verla aparcada en una de las barriadas de la ciudad es síntoma inequívoco de que Francisco Carrascal, Paco, de 77 años, sigue siendo el paje predilecto de sus Majestades de Oriente en esta ciudad, una de las más castigadas por la crisis y el paro de toda España. Este año podría ser el último en el que reparta ilusión, tal y como ha hecho puntualmente desde hace dos décadas. Desearía continuar, seguir trabajando con los miles de juguetes que reúne de forma desinteresada para luego repartirlos entre las ONG de la comarca.

Carrascal es un hombre hecho a sí mismo, de convicciones firmes. Solo así se entiende que este ex encargado general del Patronato de Deportes de Algeciras, jubilado desde hace años, sea el impulsor, el responsable y casi el único voluntario de Reyes Magos 98, una asociación benéfica que este 2018 cumple 20 años sin visos de continuidad. Paco cuelga la corona. Aunque no querría. “Me da mucha lástima”. Se calcula que en estas dos décadas ha podido recopilar entre 70.000 y 75.000 juguetes, cuyo destino fueron otros tantos niños necesitados.

Reyes Magos 98 ha anunciado el cese de actividad.

Son muchos los reveses y los obstáculos que la asociación tiene que afrontar. Se acumulan junto al inexorable paso del tiempo. El vehículo de Paco, por ejemplo, tuvo que cambiar ruedas y neumáticos el pasado mes de marzo. La factura ascendió al medio millar de euros. Solo un mes después, en abril, un fallo en el embrague supuso otra visita al taller, con otros 500 euros que se fueron en reparar la furgoneta. Dicho de otra forma: “Unos 70 juguetes menos este año”.

La falta de apoyos institucionales

Paco avisaba en Facebook: “Ni el año pasado ni este hemos recibido ayudas de la Comandancia de la Guardia Civil o de la Maersk”, una de las empresas que operan en las mastodónticas terminales del Puerto de Algeciras. “Más razón para no seguir con nuestra obra. Con este panorama, aguantaremos como podamos, con los juguetes que tengamos, hasta final de año”.

La furgoneta no es la única que está mayor. “Ya no tienen edad para esto”. Miguel Ángel Carrascal se refiere a su padre y a su madre, Carol, la otra mitad de Reyes Magos 98. Durante estos 20 años el matrimonio ha dedicado horas y dinero a una labor para ellos siempre gratificante: la sonrisa de un chaval. Pero la asociación ya viste carteles que anuncian el “cese de la actividad”. Miguel Ángel insiste: “No tienen edad y ya son muchas las trabas. No es cuestión de dinero, porque esto no está pagado, pero llega un momento en el que esto cansa”.

Una de las trabas que debe sortear la asociación, además del escaso respaldo institucional con el que cuenta, es la confusión entre solidaridad y caridad en la que caen muchos de sus convecinos. Paco trabaja prácticamente solo con su mujer. Él se encarga de reunir los miles de juguetes que cada 6 de enero reparte en nombre de Sus Majestades. Mientras, Carol tiene los dedos gastados de intentar limpiar con acetona muchos de los muñecos que llegan usados o pintarrajeados. La asociación solo acepta juguetes nuevos, en su envoltorio, desde hace meses. Pero Paco sigue recibiendo artículos rotos o en mal estado. No los descarta en un primer momento. Por el qué dirán. “Encima tengo que dar las gracias”, lamenta con un chasquido.

"No se puede regalar cualquier cosa"

Cuenta Carol, de 65 años, que no concibe que a los niños más desfavorecidos se les dé “cualquier cosa”. “Tenemos juguetes rotos, pintorreados. Es que eso no es así. No se le puede dar eso a un chiquillo. Se le puede dar un día cualquiera, pero un día tan especial como el de Reyes, en el que todos los niños salen a la calle con sus juguetes nuevos, no se le puede dar cualquier cosa”. La máxima de la compañera de vida de Paco es que ningún niño es más que otro. Por encima de su situación económica, todo chaval tiene derecho a un juguete en buen estado.

No son solo palabras. Paco explica cómo el otro día se tuvo que sentar frente a unos cinco puzles de entre 2.500 y 5.000 piezas cada uno con la firme intención de comprobar que estaban todos los fragmentos del cuadro. “En uno me faltaba una pieza y lo conté dos veces. No es que hubiese contado mal, es que faltaba una parte. Lo tuve que descartar”.

Así es el engranaje de Reyes Magos 98

El engranaje de la asociación rueda gracias a Paco y a Carol, a la colaboración puntual de alguno de sus tres hijos, como Miguel Ángel, y a la inestimable ayuda de la furgoneta. Su centro de operaciones es un local de 200 metros cuadrados que como almacén se queda corto, dada la ingente cantidad de material que la organización suele recibir. Al espacio acuden las ONG y asociaciones de vecinos con las que trabaja Paco al recoger los juguetes. Carrascal lleva tiempo pidiendo ayuda al Ayuntamiento de José Ignacio Landaluce (PP) para buscar otro local. “La furgoneta no es nuestro único problema”. El actual recinto se encuentra en San José Artesano, una humilde barriada del norte de Algeciras poblada de torres de viviendas construidas por Franco a mediados del siglo pasado.

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