Ocupan el piso de una sanitaria mientras trabaja durante la pandemia de coronavirus

Lamentable y vergonzoso
Ocupan el piso de una sanitaria mientras trabaja durante la pandemia de coronavirus
photo_camera Ocupan el piso de una sanitaria mientras trabaja durante la pandemia de coronavirus

Según recoge El Caso, una vecina de Vic (Barcelona) ha explicado la pesadilla que está viviendo desde que unos okupas aprovecharon que ella estaba trabajando de sanitaria en plena pandemia del coronavirus para entrar en su casa y quedarse a vivir en ella.

Un auténtico calvario

Esta mujer, que tiene 62 años, explica el calvario que está viviendo en una carta publicada en El Periódico de Catalunya, con todo los detalles y para demostrar la indefensión que siente. "Un día te vas a dormir pensando que vives en Europa y te despiertas en Gotham City", así empieza su relato Pilar Damián.

Como muchos, Pilar tiene una única vivienda, donde está empadronada, pero un buen día se encontró un grupo de okupas dentro: "¿Alguien sabe que si os okupan el vuestra vivienda ya no importará si sólo hace 24 horas o si es vuestra vivienda habitual? ¿Sabéis que perdéis todos los derechos sobre la casa y sobre todas vuestras posesiones más personales? En este momento no podéis recuperar nada, tendréis sólo lo que lleváis", explica Pilar.

"Será su casa"

La mujer, impotente, relata la facilidad que tienen los okupas para entrar en un domicilio privado: "Sólo necesitan 15 minutos para cambiar la cerradura o simplemente el bombín de la cerradura, y a partir de este momento, 'legalmente' será su casa. Si los molestas o les cortas los suministros te denunciarán, y eso puede costar indemnizaciones, la justicia te perseguirá; los okupas tendrán abogados de oficio y por lo tanto una vez mes les saldrá todo gratis".

El pesimismo (y realismo) de Pilar continúa contando el largo proceso que empieza: "La vía legal tardará entre uno y dos años en desalojarlos. El llamado 'desalojo exprés' puede tardar 3 o 4 meses, eso sin época de coronavirus, y los costes del proceso son elevados".

Las mafias

Pilar sospecha que detrás de la ocupación de su casa hay una mafia, y eso todavía complica más las cosas, "cuando saben que llega el día del desalojo, venden la clave por una cantidad que va de los 500 a los 2.000 euros a otro okupa y empieza el proceso de nuevo".

La realidad, que es la que está viviendo Pilar, es que "las mafias ya no buscan casas abandonadas, buscan casas en condiciones con electrodomésticos y comodidades. Pagarán lo mismo".

La víctima ha intentado encontrar una solución con quien los que le han ocupado la casa, la reacción ha sido sorprendente: "Tuvieron las narices de decir que estar en mi casa les iba muy bien, que ellos no tenían problemas de dinero pero que querían una casa". Y es que las personas que viven en su casa tienen coche e incluso han contratado fibra óptica.

Se siente abandonada

Pilar explica que ella simplemente quiere compartir su experiencia "que es la experiencia de muchas familias en todo el país". A pesar de la pesadilla que está viviendo, dice que "no quiero perder la esperanzaporque esta es la única casa que tengo, la única oportunidad de tener un hogar para mi jubilación".

También expresa su sentimiento de abandono, primero por parte de la sociedad: "No entiendo cómo no hay protestas sociales, quiero pensar que es por desconocimiento y por la creencia que eso no nos puede pasar, pero todo aquello por lo que habéis trabajado toda la vida puede desaparecer en 15 minutos".

Y, finalmente, también denuncia como se ha sentido de  abandonada por instituciones, la policía y la justicia. "Si eso funcionara de otra manera, yo me habría ahorrado mucha ansiedad y estrés porqué todo eso habría sido un simple y molesto contratiempo"

Y acaba con una revelación conmovedora: "Eso me ha pasado durante el confinamiento, mientras los sanitarios estábamos trabajando. Mucho aplaudir, sí, pero éste ha sido mi resultado".

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