La 'técnica de pedir pizza': el método de los okupas para evitar los desalojos

Nuevo método de los okupas para evitar ser desalojados de forma rápida
La 'técnica de pedir pizza': el método de los okupas para evitar los desalojos
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Según recoge El Caso, las ocupaciones ilegales son uno de los grandes problemas de seguridad ciudadana de la última década. Algunos de los ocupas lo hacen porque no tienen ningún sitio donde poder dormir y no tienen dinero para poder pagar un alquiler, pero muchos otros son personas conflictivas que lo hacen simplemente por delincuencia. En este último caso es muy habitual que la utilicen para montar una plantación de marihuana o que generen algún tipo de conflicto con los vecinos.

En junio de 2018, se aprobó una nueva ley de desalojos exprés, que permitía expulsar a los ocupas durante las primeras 48 horas si no podían acreditar de ninguna manera que aquella casa era suya o hacía tiempo que la estaban utilizando. Con eso se ahorraban los largos procesos judiciales que muchas familias tenían que afrontar para poder echar estas personas de su casa, un trámite que muchas veces se podía llegar a dilatar durante años y generaba mucho dolor de cabeza a los propietarios.

La 'técnica de pedir pizza', el método de los ocupas para evitar los desalojos exprés

Con la aparición de esta nueva ley de desalojos exprés, los ocupas se las ingeniaron para poder esquivarla y que no pudieran ser expulsados de las viviendas. Así es como apareció en Catalunya la conocida como 'técnica de pedir pizza', que ya se ha extendido por todo el territorio español. La principal víctima de este método son los grandes tenedores de viviendas, ya que es más fácil aplicarlo en estos casos. Se trata de conseguir algún documento antes de la ocupación que acredite que aquella vivienda en realidad es suya.

Así pues, los ocupas piden una pizza a domicilio a la dirección de la casa que quieren ocupar y esperan en el portal que venga el repartidor para cogerlas y recoger el ticket. Al cabo de dos díasocupan la vivienda. En caso de que suene alguna alarma o algún vecino dé un aviso a la policía, cuando los agentes lleguen solo tendrán que entregarles aquel ticket para hacer ver que ya hace más de 48 horas que están viviendo allí. En caso de duda, los policías no tienen la autoridad suficiente para poder hacer un desalojo rápido y el caso pasaría en los tribunales.

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