Un niño de 10 años pierde su mano tras estallarle un explosivo casero que le lanzaron sus vecinos

El pequeño ha tenido que enfrentarse a cuatro operaciones. También ha sufrido quemaduras en su cara, brazo y estómago
Un niño de 10 años pierde su mano tras estallarle un explosivo casero que le lanzaron sus vecinos
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Según recoge Informativos Telecinco, Aaron Carreto es un niño de 10 años que ha acaparado los titulares de los principales medios de comunicación estadounidense tras hacerse público el terrible accidente que ha sufrido. El pequeño ha perdido todos los dedos de su mano izquierda tras estallarle un fuego artificial casero el día de su cumpleaños.

Los hechos ocurrieron el pasado 6 de julio cuando el menor se encontraba jugando en la calle debajo del bloque de apartamentos en el que vive en la localidad de Compton en California. “Mi hermano estaba jugando fuera cuando dos hombres mayores que eran nuestros vecinos se acercaron a él y le dieron un fuego artificial ilegal y casero. Uno de los hombres se lo lanzó inesperadamente sabiendo lo peligroso que era”, revela la hermana mayor de Aaron en la página de ‘GoFundMe’ que ha creado para recoger fondos para el tratamiento al que se tiene que someter el menor.

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Cuando el hombre le lanzó el fuego artificial encendido, el niño no pudo reaccionar y el pequeño artefacto le estalló en sus propias manos. Nada más producirse el accidente, los familiares de Aaron Carreto le trasladaron hasta el Long Beach Memorial Hospital donde le tuvieron que intervenir de urgencias. Tras superar esta operación, los médicos decidieron volverle a intervenir otras dos veces. Sin embargo, una vez superadas estas tres operaciones fue trasladado a la UCI del Hospital de Orange donde le volvieron a operar.

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El pequeño ha perdido completamente su mano izquierda y también ha sufrido graves quemaduras en el estómago y en su cara. Nada más recibir la denuncia del caso, la policía arrestó a uno de los dos vecinos según ha revelado el medio de comunicación ‘KTLA’. El segundo involucrado continúa siendo investigado por los agentes de seguridad.

Por su parte, Aaron Carretero ha afirmado que no quiere volver a ver sus vecinos nunca más y, también, ha revelado sentirse con miedo y traumatizadotras haberse enfrentado a estas secuelas que le dejó la explosión del fuego artificial.

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