Niña Pastori: 'Si te pones una pulserita con la bandera de España eres facha, pero con la americana eres guay'

"En España se mira mal al gitano, pero hay payos que viven en el año 10" / "Haría ministro de Cultura a Alejandro Sanz" / "Al carnaval de Cádiz no le hace falta llamar fea a Andreíta para ser gracioso"

Según informa Lorena G. Maldonado en EL ESPAÑOLNiña Pastori es la garganta de Cai y retumba en el mundo: con doce años fue la elegida de Camarón -santidad del flamenco-, y, un poco más tarde, la del mismísimo Papa, mánager de Dios aquí en la tierra. María hace bello todo lo que pronuncia: cuando le pide a su prima que le eche una mano -porque viene su novio a verla y no sabe qué vestío ponerse-, cuando quiere ser un pez, como Juan Luis Guerra, o cuando interpreta canciones de amor como si nunca nadie antes hubiese amado. “Háblame bajito, que nadie se entere lo que nos contamos...”.

El Estado de Bienestar mata al cantaor -ella dice que las fatigas se canjean en arte-, pero en la Niña sobreviven aquel viejo desgarro y aquella antigua ternura. “Cuándo podré regresar a encerrarme contigo en un patio; deja que el viento entre las macetas suene por tangos”. En Desde mi azotea, su último trabajo, deja las versiones y vuelve a la canción propia. “Son de mi marido y mías. Y dos las ha compuesto mi hija Pastora”, guiña. Otra, La mudanza, es de Pablo Alborán. Hablamos con la artista de talento, música, gitanofobia, religión y patrias.

¿Que qué es el arte para Niña Pastori? Bueno, yo creo que es oxígeno para poder vivir. Es una emoción, un sentimiento que no debe faltar en nuestras vidas. Y luego, el arte del flamenco es el que más me gusta, evidentemente. Me parece que el flamenco es de una belleza y de una riqueza que pocas músicas tienen, bajo mi punto de vista. Me preguntas que si se hace o se nace… no, no, es nacío. Se tiene dentro. Por supuesto perfeccionas muchísimas cosas con los años, gustándote y poniéndote, pero hay algo dentro de ti que tiene que venir ya de fábrica. Yo empecé muy pronto a darme cuenta de que me sentía plena: con 14 o 15 años fue cuando verdaderamente lo sentí.

Me acuerdo de las canciones con las que me obsesionaba entonces… ya no me pasa tanto, ya no escucho una canción una y otra vez. Me acuerdo de Potro, rey y miel, de Camarón, o el de Soy gitano, también fue un disco que me voló muchísimo. ¿Que si es posible un sucesor? No, no. Ojalá venga pronto alguien con mucho talento, pero Camarón no se repite, es como Michael Jackson. En su estilo y en su género son únicos. Podrán venir muchísimos artistas, y vendrá gente muy grande… mira, Prince fue inmensamente grande, pero Michael Jackson es uno. ¡Como Elvis Presley…! Y en flamenco, Camarón era perfecto. Lo hizo perfecto.

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