Ni diésel, ni gasolina ni eléctrico: así transformó Javier su Audi 6 en un coche Autogas

Convertir un motor de gasolina o diésel en gas tiene un coste de 1.200 euros por vehículo. Es la última tendencia que hay entre los conductores y que con este cambio se han ahorrado la mitad de gasto en combustible

Ni diésel, ni gasolina ni eléctrico: así transformó Javier su Audi 6 en un coche Autogas - EL ESPAÑOL
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Un reportaje de Sergio Guinaldo publicado en EL ESPAÑOL

El coche propulsado con gas licuado del petróleo (GLP) o Autogas está siendo el gran olvidado de la oferta automovilística. Han sido metidos en el mismo saco que los gasolina y diésel a pesar de contaminar mucho menos (cuentan con el distintivo ECO). Por precio, son equiparables entre sí, pero con la diferencia de que el gas cuesta prácticamente la mitad que la gasolina o el diésel

En un momento en el que los eléctricos tienen un coste muy elevado para muchos, la opción de adquirir un GLP debería estar en la mesa de cualquier comprador. Más aún teniendo en cuenta que faltan 30 años para que se prohíba su circulación. Para quien no quiera deshacerse de su coche de gasolina y no contemple la compra de otro nuevo, existe una salida: por algo más de 1.000 euros, un vehículo de gasolina se puede transformar para que consuma gas.

Javier González, consultor comercial y perito en la localidad madrileña de Meco, lo hizo. "Tengo un Audi A6, del año 2000, y un Volkswagen New Beetle, también de ese año. Ambos funcionan con gas desde hace casi 10 años. No he tenido ningún problema", cuenta a EL ESPAÑOL.

Toma de GLP junto con la de gasolina

El experimentado conductor recuerda ante este medio que sabía desde hace muchos años que los taxis tradicionalmente han funcionado con GLP, pero que no fue hasta 2009 cuando conoció que la transformación se podía hacer también en particulares.

"Fui a una feria de vehículos en IFEMA. Había un puesto que hablaba de la transformación en coches particulares. Me pareció una gran idea, y desde ese momento comencé a indagar por el mercado en busca de un taller que realizase este cambio."

Explica que en su día a día hace muchos kilómetros, pero sin llegar a entrar al municipio de Madrid. Se mueve por localidades colindantes y, de vez en cuando, también realiza viajes largos. Por eso, su principal motivación era el ahorro económico. "Al ser coches con la norma EURO 3 no me corresponde la pegatina ECO, pero la reducción de las emisiones contaminantes de estos coches igualmente se ha reducido de manera notable", argumenta Javier.

En 2012 decidió hacer la transformación. Le costó alrededor de 1.200 eurospor vehículo. Desde entonces, su gasto en combustible se ha reducido casi a la mitad

"Antes, con este Audi que consume 11 litros a los 100 kilómetros, gastaba 90 euros en hacer 500 kilómetros. Ahora, gasto unos 45", especifica este conductor. "No entiendo cómo no hay más conductores que realicen esta modificación", concluye.

Beneficios desconocidos por los conductores

La modificación de vehículos particulares de gasolina a gas es una realidad desde hace más de una década, aunque pocos son los que lo conocen. Mientras que en Italia se transforman 60.000 vehículos al año, en Españasolamente se han transformado unos 6.000 en el último año. Se trata de una opción que hasta ahora ha pasado desapercibida, llena de beneficios y con pocos inconvenientes.

Como aspectos negativos, por un lado está que el vehículo pierde potencia, pero muy poca. Entre un 3% y un 4%. Por otro, que solo se puede realizar esta transformación en vehículos gasolina. En diésel, debido a su complejidad, solo se practica en vehículos pesados.

Los beneficios, en cambio, son muchos. El principal, un ahorro económico del 45% en combustible. También existen otros, como la reducción de la emisión de partículas contaminantes y la obtención de la pegatina ECO(para los gasolinas EURO 4, 5 y 6); una mayor durabilidad del motor y un menor coste de mantenimiento, ya que la combustión por gas es más limpia y los cambios de aceite menos frecuentes; o numerosas bonificaciones fiscales dependiendo del municipio (en multitud de ayuntamientos se bonifica con hasta el 75% el Impuesto de Vehículos, reducciones de los peajes o descuentos en zonas de Servicio de Estacionamiento Regulado (SER).

¿Y de qué se trata exactamente esta "transformación"? Por lo general, se retira la rueda de repuesto del maletero. En ese habitáculo, se coloca un depósito de igual tamaño, y allí es donde se almacenará el gas. De media, con capacidad para realizar unos 500 kilómetros. Desde allí, se distribuye al motor por tuberías de alta presión. Pasa, en estado líquido, por el evaporizador, componente que gracias al sistema de refrigeración del coche (calefacción) lo convierte en gas. De esta forma, ya está preparado para serinyectado en los cilindros del vehículo y sustituir a la gasolina.

También se instala, junto a la toma de gasolina, otra apta para introducir gas desde la manguera del dispensador de gas. Únicamente hace falta un adaptador que se enrosca en la entrada para que encaje bien la manguera de la estación de servicio y así verter el derivado del petróleo.

"El coche arranca siempre con gasolina. Cuando alcanza los 40º (alrededor de los dos minutos), la centralita que se instala (mapeada junto con la de serie del coche) indica al motor que desde ese momento va a alimentarse del depósito de gas", explica Pablo Casero, Director Comercial de IRCONGAS, taller encargado de realizar esta transformación.

En este taller cuentan con más de 40 años de experiencia entre turismos públicos y de particulares. A sus espaldas, más de 15.000 adaptaciones. Cuentan con un taller en Getafe, aunque distribuyen los kits de GLP a más de 170 talleres en toda España.

Lo primero que se necesita para pasarse al Autogas, es saber si el vehículo se puede transformar. Para ello, basta con realizar una llamada al taller y especificar el año de matriculación, la cilindrada,  la potencia y el número de cilindros. Si se puede llevar a cabo, el taller pasa al cliente un presupuesto que suele oscilar entre los 1.000 y los 2.000 euros.

"En nuestro caso, tardamos una semana. Hacemos la instalación, luego un test rodado y una calibración al ralentí para comprobar que funciona correctamente. También damos la homologación y pasamos la ITV", añade del Director Comercial.

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