Según recoge el HuffPost, tras una semana de parón por el puente de la Constitución, Alberto Chicote y el equipo de Pesadilla en la cocina (laSexta) han vuelto manos a la obra. El cocinero se ha vuelto a desplazar a Valencia para intentar remontar un restaurante italiano del centro de la capital del Turia.
Rodado a mediadios de julio del 2016 para la sexta temporada del programa, según informó en su día el diario local Levante, el mercantil valenciano, Chicote acometió un cambio profundo en el local. El cocinero, además de la remodelación habitual del establecimiento, cambió el nombre y convirtió el Reina Mariana del comienzo del programa en Il nuovo Piero.
“Nos encontramos bien durante la grabación, fue un bonita experiencia”, asegura a El HuffPost Salvatore Sanfilippo, el hijo de Piero, que lleva más de 35 años en el mundo de la restauración.
Sin embargo y aunque reconoce, como otros propietarios de restaurantes que trabajaron con Chicote, que la grabación “sirvió para tener publicidad por la televisión”, no les cambió la tendencia negativa y decidieron cambiar de ubicación.
Tal y como cuenta Salvatore, varios meses después de que se llevara a cabo la grabación, la familia Sanfilippo decidió dejar el centro de Valencia y trasladarse a la vecina localidad de Moncada bajo el nombre de Tapaté Coffe & Lunch Bar.
El joven apunta que les salió la oportunidad y la decidieron aceptar, algo de lo que no se arrepienten: “Nos hemos adaptado a la exigencia del público que tenemos aquí y va bien. Eramos hosteleros, mi padre lleva más de 30 años. Lo que en ese tiempo nos echábamos la culpa y no salió bien, pero hemos sacado un local adelante durante mucho tiempo. Tan solo fue un lapsus”.
El hecho de que haya pasado tanto tiempo desde que Chicote pasara por Reina Mariana hasta que laSexta lo ha emitido es algo que no comprende Salvatore: “Sale muy tarde a la luz”.
Sobre la semana que mantuvieron con el equipo de Pesadilla en la cocina, afirma que se lo pasaron bien, pero sigue recalcando que “no es una forma de ayudar a la gente”.
“Es más un show. No creo que ayude a la gente este programa, le estoy agradecido porque sí que te dan alguna pista, pero poco más”, resume, antes de señalar que solo le sirvió para “tener publicidad y exponer los sentimientos”.
Salvatore concluye con que “ha sido una experiencia bonita por la tele, las cámaras, etc, pero ha servido de poco”.
La casualidad hace, además, que el local que dejaron en el centro de Valencia haya sido reemplazado por otro restaurante italiano especializado en pizzas llamado La Terrazza, según cuentan desde un negocio cercano.
