Los hechos han tenido lugar en Zamboanga del Sud, en las Filipinas. Dos niños, de tres y cuatro años, y una niña, de ocho, estaban a cargo de su tío, mientras sus padres trabajaban. En un momento dado, el canguro encerró a los niños en la casa para salir a visitar a un amigo.
Fue entonces cuando empezó un incendio en la cocina de la casa y "se expandió rápidamente debido a la lámpara de aceite y a los materiales de madera, con los que estaba hecha la casa", explioca Dionisio Cayudong, el jefe de los bomberos de la localidad a Mirror.
Un vecino intentó entrar para salvar a los niños pero las llamas eran muy violentos y le cerraron el paso. Cuando los bomberos consiguieron apagar el fuego, encontraron el cuerpo carbonizado de los tres niños, que no pudieron salir porque la puerta principal estaba bloqueada.
Ahora, los bomberos investiguen "cómo se inició el fuego y el estado de la propiedad", dice Cayudong.