Muere en extrañas circunstancias un niño de 4 años en una guardería cuando dormía

No se despertó de la siesta
Un padre agrede brutalmente a una profesora porque asfixió a su hija con un delantal
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Según recoge El Caso, un niño de cuatro años ha muerto de forma trágica en la guardería mientras estaba echando una siesta. El pequeño ha sufrido una infección vírica que le ha afectado a los pulmones.

Los hechos pasaron el 14 de diciembre del 2018 en Cork (Irlanda). El niño sufría un trastorno del espectro autista, principalmente no verbal, y tuvo el accidente cuando los profesores estaban fuera comiendo.

La normativa que tenían que seguir los trabajadores era entrar en la sala donde duermen los niños y hacer una revisión cada 10 minutos, pero, según parece, sólo echaron un vistazo. Cuando alguien fue a ver al pequeño Cillian, que estaba durmiendo de lado, descubrió que ya no respondía.

El niño tenía un velador de necesidades especialesque lo acompañaba durante gran parte de su día, pero se marchó dos horas antes, dejando al niño a cargo de los trabajadores. Después de la muerte del pequeño, la guardería donde estaba apuntado pasó una auditoría, y todo apuntaría a una falta de rigor con la política de sueño seguro que tienen que cumplir los centros.

El padre del niño ha asegurado que su hijo "fue abandonado en la sala". Aquel día fatídico, el hombre recibió la peor llamada de todas anunciándole que el pequeño estaba inconsciente. Rápidamente fue al Hospital Universitario de Cork, donde fue trasladado su hijo. Pero "ya no estaba", ha explicado, según informa el Mirror.

Por otra parte, su velador ha asegurado que, cuando se marchó del centro, dejó al niño tranquilo en su rincón favorito. "Sus mejillas estaban rosadas", ha dicho, y se fue después de comentar al resto de los trabajadores que Cillian estaba durmiendo.

Cuando, después de un rato, alguien se dio cuenta de que el pequeño no respiraba, se activó la alarma y se le intentaron hacer maniobras de reanimación cardiopulmonar. Finalmente, según han informado fuentes del hospital donde ingresó, Cillian murió de una parada cardiorrespiratoria provocada por una miocarditis y una neumonía bronquial bilateral mohosa.

La doctora que llevó el caso ha explicado que es probable que el niño no presentara síntomas visibles de lo que le pasaba y, por lo tanto, su muerte sería natural. No obstante, los padres de la criatura creen que el personal de la guardería tendría que haber comprobadocómo estaba su hijo mientras dormía.

Según ha podido saber el tribunal que ha juzgado el caso, tanto la propietaria del jardín de infancia como dos trabajadores estaban celebrando una comida de Navidad el día que el pequeño Cillian murió. Un cuarto empleado tenía el encargo de vigilar a los niños, pero no lo hizo.

La dirección del centro ha manifestado que este suceso es inusual, y que en mayo del 2018 pasaron una inspección completa. Además, desde el accidente, un experto ha vuelto a ratificar que el centro cumple con todas las normativas.

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