Según recoge EL ESPAÑOL, la agencia encargada de la Seguridad Alimentaria y Sanitaria en EEUU, la Food and Drug Administration (FDA), ha emitido una alerta contra la joyería que se comercializa para aliviar los dolores de la dentición para los bebés. Concretamente, contra los collares de ámbar que se comercializan por el presunto "efecto calmante y desinflamatorio" de este material, tal y cómo se puede leer en algunas páginas que promocionan esta pseudoterapia.
No se trata solo de un infundio, pues la aplicación del ámbar no tiene ninguna eficacia científicamente probada para ejercer de analgésico, sino que los propios collares suponen un peligro para el bebé. En un dramático caso documentado por la FDA, un niño de 18 meses al que sus padres le colocaron uno de estos collares murió estrangulado al enrollarse con la bisutería durante la siesta.
Además, la agencia ha detectado más casos en los que el collar se rompe y los bebés se tragan las cuentas, con el riesgo de asfixia que eso supone y el peligro aumentado de que ocurra fuera de la vista de los padres, por la noche o cuando el infante está solo en su cuarto por tratarse de su hora de la siesta.
Estos abalorios están hechos de ámbar como se ha adelantado, pero también se los encuentra fabricados a partir de silicona, mármol y madera. Entre las otras funciones pseudoterapéuticas y sin regulación bajo las que se comercializan está la de ofrecer "estimulación sensorial" a menores que sufren de Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH).
Las recomendaciones finales de la American Association of Pediatrics(AAP) que se hace eco de la nota informativa pasan por recomendar a padres y cuidadores que alivien los dolores de la dentición de los pequeños mediante masajes de las encías. También recomiendan darles mordedores de goma dura, pero no de la variedad que se congela primero
Por último, previenen en contra de usar geles, cremas y otros productos que contengan benzocaína, ya que pueden provocar una reducción del oxígeno trasportado en el flujo sanguíneo del bebé y desencadenar una situación de riesgo para su vida.
Fuente: EL ESPAÑOL
