Matías, el excolega de celda que sacó de prisión a ‘la Manada’ en su coche y los llevó a cenar haciendo trompos

José Ángel Prenda, Jesús Escudero y Ángel Boza pararon en Cadreita (Navarra) en sus primeras horas en libertad. Es el pueblo de un antiguo compañero de la cárcel, que fue a buscarlos y los llevó en coche hasta allí

Matías, el excolega de celda que sacó de prisión a ‘la Manada’ en su coche y los llevó a cenar haciendo trompos - EL ESPAÑOL
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Según informa Marta Espartero en EL ESPAÑOL, todo comenzó con una llamada. La celeridad con la que han vivido las últimas horas los miembros de la Manada siempre tuvo como desencadenante el ring del teléfono. La concesión de la libertad provisional, la imposición de una fianza de 6.000 euros a cada uno de ellos, el decir adiós a los barrotes de la prisión. José Ángel Prenda, Jesús Escudero y Ángel Boza tuvieron que tomar decisiones rápidas, certeras, que no llamaran la atención. Pero en su plan de vuelta a Sevilla había una laguna: ¿cómo viajar lo más rápido posible y sin ser vistos desde la cárcel de Pamplona I hasta el barrio de Amate?

Rápidamente, encontraron la solución. Llamarían a Matías V. Sí, Matías, el antiguo compañero de celda de Escu, el peluquero, antes de que se mudara junto a Prenda. Era perfecto: un chaval joven, que ahora tiene 25 años y que reside en Cadreita, un pueblecito navarro a menos de una hora de distancia en coche del penal. Él podría hacerles el favor.

Así fue. Acababan de sonar las señales horarias de las 6 de la tarde de este viernes cuando Matías se personaba en la cárcel pamplonesa para recoger a sus amigos. Pantalones vaqueros, camiseta blanca de manga corta y gorra beis del revés. También llevaba unas gafas de sol oscuras para poder conducir sin problemas. En cuanto se montaron, Matías pisó el acelerador. A más velocidad de la permitida, saltándose una línea continua y adelantando sobre un paso de cebra, puso rumbo a Cadreita.

Un conductor exconvicto por conducir borracho y sin carné

Este colega, antiguo compañero de horas muertas en la cárcel, salió hace un año del penal. Es curioso que la Manada recurriera a él como piloto, puesto que el propio Matías ingresó en prisión por conducir borracho en reiteradas ocasiones. Primero le pillaron las autoridades al volante, en más de una ocasión, habiendo ingerido más alcohol del permitido. Le quitaron el carné.

Pero Matías siguió conduciendo y bebiendo. Le volvieron a cazar. Y le internaron en la cárcel de Pamplona I.

Salió a los dos meses, aproximadamente. El tiempo justo para entablar amistad con Prenda, Escudero y Boza. Este último, meses más tarde, participaría en una paliza a un preso condenado por abuso sexual, como él, y fue apartado a otro módulo, como adelantó EL ESPAÑOL.

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