Matar a la mascota para dañarla a ella: así son los maltratadores más cobardes

En España cada vez se detectan más casos en los que la violencia hacia las mujeres deriva a sus seres queridos: es una manera más sutil y menos penada por la ley de causarles dolor

Matar a la mascota para dañarla a ella: así son los maltratadores más cobardes - EL ESPAÑOL
photo_camera Matar a la mascota para dañarla a ella: así son los maltratadores más cobardes - EL ESPAÑOL

Según informa Marta Espartero en EL ESPAÑOL, María (nombre ficticio) estaba desesperada. Ella, madre de dos hijos, recientemente divorciada, jamás esperaba que su exmarido, el hombre con el que se había casado, el padre de sus retoños, fuera a utilizar a Fénix para maltratarla a ella.

Fénix, cuatro patas, dos orejas, hocico húmedo e inquieta mirada, su perro, vivía en el domicilio familiar junto a los dos niños de manera permanente. María y su exmarido, que compartían la custodia de las criaturas, eran los que se trasladaban puntualmente, cada quince días, a la casa. Y fue entonces cuando esta madre reparó en las vejaciones que sufría el animal, aunque el objetivo final fuera ella.

Tomó una decisión. Tajante, dura, de las que se atragantan en el estómago. Por más que le doliera, a María no le quedó otra que entregar a su mascota en adopción. “Mi ex le pega y deja de alimentarle para hacerme daño”, lloró María cuando fue a entregar a Fénix a la asociación Ayuda a Mascotas en Riesgo (AMAR).

Agredirlas sin tocarlas

La historia de María no es ficción. Ella lo vivió en sus propias carnes hace unos días en Murcia. Sin embargo, en España cada vez se detectan más casos en los que la violencia hacia las mujeres deriva a sus seres queridos: es una manera más sutil y menos penada por la ley de causarles dolor. De agredirlas sin tocarlas. De maltratarlas, al fin y al cabo.

EL ESPAÑOL recopila cinco casos recientes en los que la Justicia probó este nuevo método de violencia. Varias asociaciones y partidos políticos, como PACMA, vienen advirtiéndolo. Incluso el FBI americano lo consideró probado en el año 2016 como una nueva variable de violencia interpersonal.

“Es cada vez es más habitual. La violencia es una manera de dominación y se ejerce en su extremo más débil, los animales que conviven con nosotros”, relatan a este periódico desde PACMA.

Uno de cada cuatro hogares, con mascota

Si bien la ley de violencia de género no recoge a los animales de compañía como parte del núcleo familiar -sí como violencia simbólica-, lo cierto es que cada vez es más y más común que las mascotas convivan con las familias. Según datos de la Asociación Madrileña de Veterinarios de Animales de Compañía, con cifras actualizadas a 2015, casi el 40% de los hogares en España poseía, al menos, a una mascota.

Sigue leyendo este artículo completo en EL ESPAÑOL

Comentarios