Según recoge Informativos Telecinco, una mujer embarazada a punto de casarse acudió a casa de una amiga de la infancia en Nueva York a por su regalo de boda, pero ésta, en vez de obsequiarla por el compromiso, terminó matando a la novia para robarle a su bebé, que estaba a punto de nacer, según informa Mirror.
Los hechos ocurrieron en 2015, cuando Angelikque Sutton, embarazada de casi nueve meses, iba camino de su boda con Patrick Bradley, pero la novia decidió acudir a la casa de una amiga de la infancia en el Bronx, Nueva York, para recibir uno de sus regalos de boda. Una vez en la casa, la joven le rajó la garganta a su amiga, dañándole las cuerdas vocales, para que la víctima no pudiera gritar.
Acto seguido, la mujer acudió a por un cuchillo de cocina y le rajó el abdomen a Angelikque con la finalidad de extraerla el útero, el cual rajó para sacar al bebé.
Fue el novio de ésta el quien la encontró junto al bebé y al cuerpo de la madre. La policía tardó unos treinta minutos en llegar al lugar de los hechos y tras inspeccionar la casa, se llevaron al bebé. La mujer habría gritado “¡Es mi bebé!”mientras las autoridades se hacían cargo de la recién nacida.
Wade, sin embargo, se declaró inocente pero el juicio para determinar su culpabilidad se inició el lunes.
Meredith Holtzman, un asistente del Bronx, ha declarado al jurado que Wade había simulado anteriormente estar embarazada. Además ha añadido que “el ataque tuvo lugar en varias etapas”. Primero le rajó la garganta para que no fuera capaz de chillar y después la mató y le quitó a su bebé. “La acusada necesitaba que Sutton muriera y que su bebé viviera.”, ha sentenciado.
“Tenía ropa de bebé, zapatos de bebé, pañales, una cuna, todo excepto lo que una madre tiene que tener, un bebé (…) Por eso necesitaba a Angelikque Sutton.”, ha dicho Holtzman.
Aunque parezca increíble, la pequeña Jenasis pudo sobrevivir y el próximo noviembre cumplirá su segundo año de vida. “Una muestra de lo calculado y de la planificación del crimen.”, informa el New York Post.
La acusada se enfrenta a una pena de cadena perpetua si se demuestra su culpabilidad.
