Marisol, la comercial dicharachera rociada en gasolina por su novio cuando lo iba a dejar

La vida de las víctimas (12): Decidió acabar con aquella relación de idas y venidas que mantenía con Juan Carlos. Él se cobró, presuntamente, su venganza

Marisol, la comercial dicharachera rociada en gasolina por su novio cuando lo iba a dejar - EL ESPAÑOL
photo_camera Marisol, la comercial dicharachera rociada en gasolina por su novio cuando lo iba a dejar - EL ESPAÑOL

Un artículo de David Palomo y Lucía Vinaixa publicado en EL ESPAÑOL

María Soledad Bobet, en principio, había muerto en un accidente de tráfico. Así se publicó, así se contó y así trascendió en Santa Úrsula (Tenerife), donde vivía. Calcinada, falleció fruto del prender del motor del coche. Pero, ya decimos, sólo en teoría y en virtud de lo que se dijo en un primer momento. Eso es lo que parecía. Pero no lo que fue. La realidad es que su ex pareja, con la que había cortado tiempo atrás, acabó con su vida de la forma más cruel, rociándola con gasolina y después estrellando el vehículo contra un poste. ¿El motivo? Ella iba a cortar por lo sano la relación aquel día. “Y él decidió llevársela por delante”, cuentan sus allegados a EL ESPAÑOL. 

El suceso, tiempo después, roza el surrealismo. El accidente tuvo lugar el pasado 16 de enero. Entonces, el Dacia donde viajaba se estrelló contra un poste en el camino Fuente Cañizares, conocido popularmente como La Manzanilla. Iba junto a su ex pareja, menos dicharachera de lo habitual. Ella murió carbonizada. En teoría, por la deflagración, que en apenas cinco minutos la quemó por completo. Ella murió en el acto sin que los servicios sanitarios pudieran hacer nada por salvarla Él, sin embargo, sobrevivió. Tras el accidente, abandonó el lugar y fue atendido por los servicios de emergencias. 12 horas después, regresó al centro para tratarse de sus quemaduras y la Policía inició una investigación, pero lo dejó en libertad sin pruebas concluyentes. 

“Accidente de tráfico: un muerto y un herido”, escribieron aquel 16 de enero los periódicos. Pero, un día después, se empezó a investigar el suceso. Al parecer, no se trataba de algo fortuito, sino de algo planeado por Juan Carlos Afonso, la persona que iba junto a ella en el vehículo. Con él mantenía una relación de idas y venidas. Por eso, también en teoría, era su ex pareja. En la práctica, sin embargo, “se seguían viendo asiduamente”,según reconocen sus conocidos a este periódico.

De hecho, aquel día, volvieron a quedar. Al fin y al cabo, lo hacían con frecuencia. Eso sí, era para verse por última vez. Marisol, como la llamaban en su círculo más próximo, iba a dejarlo. Había decidido cortar con todo aquello, parar una relación que no iba hacia ningún lugar. Eso es lo que pensó. Y eso es lo que hizo. Quedó con él para decir adiós. “Él siempre había sido un poco raro y...”. Ella decidió que había sido suficiente. “Se oía que la maltrataba”, apostilla el mismo conocido. Hasta que ella no pudo más. ¿Y qué hizo él? Actuar. 

Juan Carlos Afonso, presuntamente, lo habría planeado todo. En el coche, llevaba gasolina. Con ella, roció a Marisol y después estrelló el vehículo contra un poste. La jugada le salió a la perfección. Todo apareció y aconteció como un accidente. Y así quedó. Hasta que la Policía decidió investigar el suceso por un posible caso de violencia de género. 

Este martes, la Policía detuvo a Juan Carlos Afonso, de 53 años de edad, pintor de profesión, por presunto homicidio y por maltrato animal, pues la mascota de la víctima viajaba en la parte trasera del vehículo. Se trataría del decimocuarto caso de violencia de género en lo que va de año, siempre que se confirme y se ratifique la hipótesis de la investigación.

“Es una pena, era tan buena gente, tan dicharachera, tan simpática y sonriente”, cuentan sus conocidos. Marisol tenía discurso, palabras y humor. Había sido comercial y se relacionaba con facilidad. No le costaba hablar con desconocidos. “En las reuniones de amigos, siempre aportaba”, recuerda un conocido. Por eso, todos la querían. Y por eso, todos sufrieron un fuerte varapalo el pasado 16 de enero. Entonces, eso sí, creían que era fortuito. Ahora, se han dado cuenta de que no lo fue. De que su amiga podría estar viva todavía. 

María Soledad Bobet es la duodécima mujer asesinada este año por su pareja o expareja. En España, en 2019, también han sido asesinadas Gloria Tornay Naranjo, de 58 años; María José Aboy Guimarey, 43 años; Estrella Domínguez, 63 años; Sheila Chazarro Moyano29 años;Daría Oliva Luna, 20 años; Rosa María Concepción Hernández, 60 años; Rosa Romero Rueda, 69 años;Rebeca Santamalia, de 47 años; Romina Celestede 28 años; Leonor Múñoz González, de 47 años; Rebeca Alexandra Cadete, de 26 años. La serie 'La vida de las víctimas' contabilizó 47 mujeres asesinadas en 2018 y 53 mujeres en 2017. 

Fuente: EL ESPAÑOL

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