Margarita y Lucía: de cuando ser mujer notaria era delito a número uno en la oposición

La historia de estas dos mujeres está separada por casi 75 años. La primera tuvo que pleitear con el régimen franquista para poder opositar. Ahora asistimos a la feminización de esta profesión

Margarita y Lucía: de cuando ser mujer notaria era delito a número uno en la oposición - EL ESPAÑOL
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Según informa Nuria Coronado en EL ESPAÑOL, en la última oposición para notarios 2017-2018 ha habido 52 mujeres que han aprobado frente a 33 hombres. Un vuelco en femenino a una profesión vetada hasta no hace mucho a las mujeres, que ahora recuperan el tiempo perdido. EL ESPAÑOL habla con el hijo y el nieto de Margarita Baudín Sánchez, una de las pioneras en esta profesión, en 1944; y con Lucía Gil López, la número uno en las últimas oposiciones con sólo 24 años.

Hay mujeres que, lejos de resignarse frente a su destino, se rebelan contra él. Con su gesto no solo acaban siendo protagonistas de su vida, sino creadoras de una revolución que inspira a otras a hacer realidad su sueño. Es el caso de las notarias. Tres tuvieron que ser las valientes que en el siglo pasado, en una España rancia, dictatorial y machista, allá por la década de los años 40, se resistieron a ser lo que se esperaba de ellas: amas de casa. Tuvieron el privilegio de estudiar en la universidad y accedieron al notariado.

VETADAS POR SER MUJERES

En abril de 1931, el Gobierno provisional de la República publicó un Decreto con el que se permitía a las mujeres presentarse a las oposiciones a notarias. Franco, en junio de 1944, exigió la condición de varón para examinarse. No obstante, estableció una Disposición Transitoria que daba dos oportunidades a las mujeres que hubieran solicitado plaza en oposiciones anteriores.

“En 1942 entró Consuelo Mendizábal Álvarez, que fue la primera mujer que ostentó dicho cargo en nuestro país. En la primera oportunidad, en 1944, entró Margarita Baudín Sánchez y en la segunda, en 1947, accedió Carolina Bono Huerta”, explica a EL ESPAÑOL Carlos Pérez Ramos, notario y nieto de Baudín, la primera mujer de la Historia en ser y ejercer de notaria en Cataluña, “y la primera en acceder a notaria de primera clase en Barcelona”, añade. La España en la que Baudín hacía realidad su sueño era la misma que abría sus puertas a la penicilina traída desde Brasil, implantaba el seguro de enfermedad y creaba el Documento Nacional de Identidad. Carlos Pérez Baudín, notario jubilado e hijo de Margarita, habla sobre la segunda mujer española en hacerse con este trabajo.

- ¿Su madre es sinónimo de heroicidad y de mujer fuera de lo normal en su época?

- Ella nunca se consideró una heroína, quiso ser notaria, estudió mucho y lo logró, a pesar de que el ambiente de la época no era propicio para ello. Es cierto que, entonces, fue una excepción. Pocas mujeres accedían a la Universidad y muchas menos estudiaban oposiciones. La legislación vigente se lo impidió. Mi madre aprobó en 1944, después de menos de dos años de intenso estudio, y la primera vez que se presentó. Creo que fue la número 10 o 12 de una oposición de casi 200, la única mujer. Otra señora, Consuelo Mendizábal, había aprobado en 1942 y otra, Carolina Bono, lo hizo en 1946.

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