Maje, la ‘viuda negra’ de Novelda, revoluciona la cárcel mixta de Picassent con sus flirteos

María Jesús, la conquistadora que en libertad llegó a tener cuatro amantes a la vez, uno de los cuales mató a su marido, ha tejido dentro una red de admiradores. Salva, el presunto asesino, está internado allí

Maje, la ‘viuda negra’ de Novelda, revoluciona la cárcel mixta de Picassent con sus flirteos - EL ESPAÑOL
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Según informa Brais Cedeira en EL ESPAÑOL, “es una máquina. La tía es una auténtica máquina”. Anda el ambiente revolucionado desde hace meses en la cárcel de Picasent (Valencia). En realidad, desde que el pasado mes de enero entró en una de sus celdas una mujer morena de piel, castaña de pelo y con una amplia sonrisa. Se llama María Jesús Moreno Cantó, Maje para los amigos, y es la viuda negra de Novelda. Después de su detención por el crimen, ha continuado con sus particulares hazañas en prisión.

Si cuando se casó con su marido mantenía cuatro romances a la vez ahora no iba ser menos. Desde su llegada, ha ido entablando contacto con otros presos de forma sutil y furtiva para ganarse su confianza primero, para obtener beneficio de ellos después. 

Según ha podido saber EL ESPAÑOL, la acusada del asesinato de su marido ha mantenido estos meses en prisión varios romances a la vez, algunos de ellos de forma simultánea y sin que unos y otros reclusos lo supieran. Incluso en la cárcel Maje ha vuelto a extender su telaraña.

El caso de Maje adquirió cierta notoriedad el pasado mes de enero, cuando este periódico publicó un serial con el sumario del caso. La historia de Maje es la de una mujer que engatusó a uno de sus cuatro amantes para que acabase matando a su marido por ella. Salva fue el ejecutor, ella el cerebro de la operación. Fue él quien, a petición de ella, asestó ocho puñaladas a Antonio Navarro Cerdán en el parking de la casa que el hombre compartía con Maje desde que habían consolidado su relación.

La viuda negra valenciana mantuvo todos sus amantes y fue intentando convencer a alguno de ellos para que acabase matando a su marido. El único que accedió fue Salva, conocido ya como célebre ‘pagafantas’. Era su chico de los recados, un esclavo para todo. Él creía que Maje estaba enamorada de él de forma irremediable y por eso hizo todo lo que ella quiso. La siguió hasta el punto de matar por ella. La ha seguido hasta tal punto que ahora ambos han acabado en el mismo centro penitenciario.

Una cárcel revolucionada

La prisión de Valencia está, sin duda, un tanto agitada por las actividades de la mujer y sus pretendientes. A algunos de ellos los conoce en las actividades comunes que comparten los presos de distintos módulos: cine, teatro, jardinería, misa, etc. Ahí se suceden las miradas furtivas, las conversaciones y el intercambio de palabras. Y entonces Maje intercambia el número de su celda y de módulo con su nuevo novio. Ya están en contacto para siguientes ocasiones.

Y así, Maje lleva meses carteándose con varios internos a la vez y consiguiendo de ellos lo que quiere: algunos dentro de la cárcel cuentan que gracias a esto consigue cigarrillos y todo tipo de favores. En sus escritos, les redacta palabras de amor para tenerlos siempre a su favor.

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