Lucía, la víctima más inocente del narcotráfico: enterrada en sosa con seis años

Un vendedor de heroína, Ricardo, 'El Pollino', ha confesado que fue él quien mató a la pequeña, a la madre y al padrastro, el traficante turco Mehmet Demir

Lucía, la víctima más inocente del narcotráfico: enterrada en sosa con seis años
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Según informa Eduardo del Campo en EL ESPAÑOL, los intereses económicos del tráfico de heroína no conocen la piedad. A Lucía Begines Capitán, desaparecida desde el 16 de septiembre en Sevilla junto a su madre y su padrastro, le ‘ajustaron las cuentas’ como a un adulto más. Pero tenía sólo seis años. Al igual que a su madre, Sandra Capitán Capitán, de 26 años y embarazada de tres meses, y a su padrastro y padre de su próximo hermano o hermana, el turco Mehmet Demir, de 55 años, hombre fuerte en España de las redes que traen heroína desde Afganistán a Europa a través de Turquía, a la pequeña Lucía la mataron y la enterraron en sosa cáustica para disolver su cadáver. Por una disputa ‘comercial’ con otra familia de traficantes de droga, que también tenía hijos.

A Lucía, Sandra y Mehmet los mató un vendedor de heroína y de ‘rebujito’ (mezcla de cocaína y heroína) llamado Ricardo y apodado ‘El Pollino’, de unos 35 años, según ha averiguado EL ESPAÑOL en el entorno de la investigación. ‘El Pollino’ confesó este fin de semana a la Policía que fue él quien mató a la familia. Luego arrojó sus cuerpos a un pozo del patio de su vivienda, en el número 168 de la calle Cerro Blanco del deprimido barrio del mismo nombre en Dos Hermanas (Sevilla). Y los empapó en sosa cáustica (hidróxido de sodio), un poderoso disolvente parecido a la cal viva (óxido de calcio). Y los sepultó bajo varias capas de hormigón que cegaron el viejo pozo. Y huyó esperando que no los encontraran ni a él ni a sus víctimas.

Junto al homicida o asesino confeso han detenido como presuntos colaboradores a su esposa y a sus padres, él llamado, como él, Ricardo y apodado ‘El Cabo’, de unos 55 años, además de a una quinta persona que podría también estar relacionada con la familia. Todos son conocidos vendedores de droga en el barrio y cuentan con antecedentes por delitos contra la seguridad pública, pero no por homicidio, por lo que el descubrimiento de que estaban implicados en un crimen atroz como éste ha sorprendido a investigadores que los conocían sólo como tenderos de droga a pequeña escala.

Según han explicado a este periódico, el ‘Pollino’ y su mujer (que también tienen hijos) usaban esta casa como “un punto muy activo de venta de droga” y vivienda familiar, y sus clientes habituales eran sobre todo toxicómanos enganchados a la heroína. Los padres de él, que viven a pocos metros en la calle de atrás, la calle Azofairón, también se dedican a este negocio ilegal vendiendo dosis en la puerta, lo mismo que un hermano (no detenido) que vive en esta misma calle Azofairón y justo por detrás de la vivienda donde han hallado a los asesinados.

Sigue leyendo el interesante reportaje en EL ESPAÑOL

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