La lucha de una pequeña de 8 años: vence al cáncer tras 52 sesiones de quimioterapia

La pequeña ha conseguido superar uno de los diagnósticos más complejos del cáncer: un linfoma no Hodgkin de Burkitt.
La lucha de una pequeña de 8 años: vence al cáncer tras 52 sesiones de quimioterapia
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Según recoge Informativos Telecinco, cientos de estudios, intervenciones, consultas y 52 sesiones de quimioterapiahan dado resultado. Una pequeña argentina de ocho años ha conseguido superar uno de los diagnósticos más complejos del cáncer: un linfoma no Hodgkin de Burkitt que avanza muy rápido.

Una odisea que la pequeña y su madre han narrado a través de las redes sociales, desde que conocieron el diagnóstico, hasta las sesiones de oncología. “Teníamos un negocio pero como yo era la que cocinaba y ya no podía hacerlo para acompañar a mi hija durante todo el tratamiento, cerramos. En el hospital nunca tuvimos un gasto y los medicamentos nos llegaron a través de la Fundación Flexer”, ha contado la madre de Delfina, como se llama la mejor.

Fue entonces cuando apareció el oncólogo de la pequeña, Juan José Chaín, que trabaja en el hospital del Niño Jesús de Tucumán. “La primera vez que me internaron pensaba que me iban a tratar mal, yo no les contestaba nada, pero después me acostumbré a los doctores, a las inyecciones. Ya no lloro cuando me sacan sangre”, contaba la pequeña en sus vídeos de Facebook.

Un lugar en el que el pasado 19 de julio la madre de la pequeña compartía la mejor de las noticias: Delfina estaba curada. La mujer subió una imagen en el que la niña aparecía con un cartel que ponía que había vencido al cáncer.

“¡No tuve la oportunidad de hacer un cartel como ella quería! En medio de la felicidad y no saber cómo reaccionar y siento que estoy en una nube”. Y siguió: “Quiero agradecer a todos sus doctores. Al doctor Chaín, que seguimos su protocolo al pie de la letra. Un genio. Nuestro héroe. La doctora Allori, que estuvo desde un principio con nosotras y siempre pendientes. Los cirujanos, la doctora Fernández, las enfermeras, todo el equipo médico del hospital de niños. Y a ustedes, que rezaron cada día por mi hija, les debo mi vida entera”.

También le dedicó unas bonitas palabras a su hija: “Mi hija, mi hermosa, dulce y valiente Delfi, ¡bombón! Ella se lleva todo el crédito. ¡Una fortaleza como nadie!Gracias, gracias y más gracias. No tengo más palabras, no sé ni qué decirles. ¡Muchas gracias a todos!”.

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