Las locuras de la jueza pitonisa: de stripper en Canarias a presidir sus juicios con un gato

- Esta magistrada, madrileña de 55 años, ingresó en la carrera judicial en 1992. Tuvo 21 matrículas de honor en la carrera de Derecho.

- Fue sancionada por irse al gimnasio y retrasar la puesta en libertad en un detenido, por faltar al respeto a mujeres denunciantes y por fumar durante los juicios.

Las locuras de la jueza pitonisa: de stripper en Canarias a presidir sus juicios con un gato
photo_camera Las locuras de la jueza pitonisa: de stripper en Canarias a presidir sus juicios con un gato

Según informa Marta Espartero en EL ESPAÑOL, la sala en la que imparte justicia la magistrada María Jesús García Pérez, titular del Juzgado de Vigilancia Penitenciaria de Lugo, no es otra que su propio despacho. Entre papeles, bolígrafos, carpetas y el ordenador, hay una pequeña octavilla. Un trozo blanco, níveo, con un breve texto y una imagen de una fémina vestida a la moda victoriana, asoma, juguetón. “Tarotista y vidente”, reza.

Es ella. Jueza de día, pitonisa de noche.

La providencia con las cartas del tarot no es la única excentricidad de la magistrada. También fue investigada por trabajar como stripper –aunque finalmente no fue sancionada por ello– y castigada por irse al gimnasio demorando la puesta en libertad en un detenido, por criticar la ley de violencia de género y faltar al respeto a mujeres denunciantes y por fumar durante los juicios. En uno de sus destinos incluso llegó a presidir vistas con su gato en la sala.

Octavilla repartida por la jueza y su pareja, publicada por El Progreso de Lugo.Octavilla repartida por la jueza y su pareja, publicada por El Progreso de Lugo. Efe

21 matrículas de honor

María Jesús García Pérez era una estudiante modelo de Derecho en la Universidad Complutense de Madrid. Hasta 21 matrículas de honor adornan su expediente académico. Es una mujer alta, espigada, rubia. Ingresó en la carrera judicial en 1992 y su primer destino fue Laredo (Cantabria). En 1996 volvió a la Comunidad de Madrid, de donde es oriunda. Fue a los juzgados de Collado Villalba. Ahí comienza su historia: afirman que ya tuvo algún problema con sus superiores. En junio de 1999, el CGPJ le impuso un año de suspensión en el ejercicio judicial por una falta disciplinaria muy gravede desatención injustificada a sus deberes.

La sanción, confirmada por el Tribunal Supremo, se refería a hechos ocurridos en julio de 1997, cuando María Jesús García estaba destinada en el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción de Collado-Villalba (Madrid). La Guardia Civil había detenido a un súbdito polaco por presuntos delitos de robo con fuerza y comunicó que lo podrían a disposición judicial al día siguiente, cuando María Jesús García estaba de guardia.

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