La locura del vinagre como remedio: ni cura la fiebre ni sirve para adelgazar

De entre todos los mitos extendidos por el imaginario colectivo, el de las presuntas bondades del vinagre es uno de los más populares. ¿Qué tiene de cierto? 

La locura del vinagre como remedio: ni cura la fiebre ni sirve para adelgazar - EL ESPAÑOL
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Según informa José Andrés Gómez en EL ESPAÑOL, los remedios naturales son desde hace años un universo tan inabarcable como propicio para la magufería. La fama de saludables que arrastran alimentos como el ajola miel o el limón, añadido al miedo irracional que se ha desatado hacia todo lo que tenga que ver con la química, ya sea en la farmacia o en el mismo supermercado, lleva años provocando auténticos disparates en forma de brebajes y ungüentos para tratar dolencias de lo más variopinto. Los argumentos para defender este tipo de soluciones suelen ser irrebatibles: "Mi madre/mi abuela lo lleva haciendo toda la vida y funciona".

Uno de los remedios más populares es el de los paños de vinagre para combatir episodios de fiebre. La tradición oral dice que aplicar un trapo empapado en este líquido de sabor agrio sobre la frente, las muñecas y los tobillos de una persona que presenta 38, 39 o 40 grados de fiebre es mano de santo y ayuda a bajar la temperatura del cuerpo. Todo ello gracias a sus presuntas propiedades antipiréticas. ¿Qué hay de cierto en esto? Pues poco o, más bien, nada.

"Se trata de una magufada", explica de forma tajante Carlos Casabona, pediatra y autor del libro Tú eliges lo que comes (Paidós, 2016). "Basta con poner en Pubmed [la base de datos de artículos biomédicos más importante del mundo] 'vinagre' y 'niños' o 'vinagre' y 'fiebre' en inglés y no sale absolutamente nada. Se puede considerar un remedio casero sin ningún tipo de fundamento científico", explica el médico, que apunta que en todo caso la bajada de la temperatura estaría relacionada con el efecto físico de colocar un paño frío sobre el cuerpo.

"Se trata de un método físico para tratar de bajar la fiebre exactamente igual que los que consisten en aplicar compresas frías o alcohol. Sin embargo, tal como ha publicado la American Academy of Pediatrics, este tipo de métodos pueden reducir la temperatura corporal pero sin mejorar el bienestar (e incluso en el caso del alcohol, pueden aparecer efectos adversos debido a la absorción sistémica)", matiza Beatriz Robles, tecnóloga de los alimentos. De hecho, la revista The Cochrane database of systematic reviews publicó una revisión de este tipo de métodos en 2003 y encontró que "podían asociarse a algunos efectos adversos leves como piel de gallina y escalofríos e incluso a subidas de temperatura", añade la especialista.

El vinagre es un condimento que da lustre a nuestras ensaladas y al que Hipócrates -el médico griego del famoso juramento- le atribuyó distintas propiedades medicinales hace siglos, entre ellas la capacidad para tratar úlceras. Lo contaba el dietista-nutricionista Julio Basulto hace algún tiempo en este post. Desde entonces, la lista de atributos milagrosos otorgados al vinagre no ha hecho más que crecer. Basta con hacer una búsqueda en Google.

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