Llega la guerra del billete de autocar ‘low cost’: mitad de precio a cualquier ciudad

- Flixbus, la Ryanair de los autobuses, pide liberalizar un sector con un volumen de 28 millones de pasajeros. Madrid-Barcelona podría bajar a 21 euros ida y vuelta. 

- En Francia, Alemania o Inglaterra el libre mercado permite que los tickets cuesten la mitad, según un estudio de la Unión Europea. 

Llega la guerra del billete de autocar ‘low cost’: mitad de precio a cualquier ciudad - EL ESPAÑOL
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Un reportaje de David Palomo publicado en EL ESPAÑOL

Rubén viaja cada fin de semana a Guadalupe (Cáceres). Es estudiante y va en autobús. Todavía no se atreve a hacer el trayecto en coche. Es decir, no le queda otra: gasta 35’21 euros (ida y vuelta) para ir a su pueblo. Le parece caro. “Siempre pendiente de los horarios, en unos asientos incómodos...”, se queja, en conversación con EL ESPAÑOL. No sabe que ese mismo día, con una compañía low cost (Flixbus, por ejemplo), podría haber viajado mucho más barato. Pero, en España, no puede hacerlo. ¿El motivo? El sector no está liberalizado. ¿Lo sabía? “No tenía ni idea, la verdad”, contesta, lacónico. Ni él ni la gran mayoría de pasajeros con los que habla este periódico en la madrileña estación de Méndez Álvaro. Toca, por tanto, explicarlo… 

España tiene un modelo concesional de autobuses. Es decir, el Estado y las Comunidades Autónomas sacan a concurso las diferentes plazas. Las empresas se presentan y se ganan (o no) el derecho a operar durante unos años en unas determinadas rutas. ¿Qué quiere decir esto? Desde ese momento, usted sólo puede comprar los billetes de una compañía. No hay competencia, ni diferencias de precios, ni horarios distintos a los fijados por esas empresas. 

¿Y cómo afecta esto al usuario? De primeras, en el coste. En España, el precio por kilómetro supera los 0’10 céntimos (de la media de billetes de ida, ida y vuelta o comprados con antelación). Es mucho más caro que en Gran Bretaña, Alemania, Italia o Francia, donde apenas supera los 0’05 céntimos/km y los mercados están liberalizados. Es decir, es la mitad más caro, según el último estudio realizado por la Unión Europea. 

A partir de ahí, los defensores de la liberalización del mercado esgrimen los muchos beneficios que supondría un cambio en el sector: “Que haya más competencia interna nos viene bien a todos. Las empresas tendríamos que esforzarnos para que los pasajeros se vinieran con nosotros. Y, además, que haya más opciones de elegir, más horarios… Esto puede hacer que muchos usuarios decidan utilizar el autobús y no el tren o el avión”, explica el madrileño Pablo Pastega, director general de Flixbus, una de las empresas low cost que operan a nivel continental. 

¿Cómo funcionan las ‘low cost’ en Europa? 

Uno de los ejemplos más paradigmáticos de cómo funcionaría el mercado liberalizado en España es Flixbus, empresa low cost que bien podría ser bautizada como la Ryanair del sector. Esta compañía germana nació en 2013 a raíz de la apertura del mercado en Alemania. “Hasta entonces había estado cerrado. Lo abrieron y la compañía creció de forma rápida ajustando los precios a través de la tecnología. Después, hemos empezado a operar en otros países de Europa donde el sistema lo permite”, explica Pablo Pastega, a EL ESPAÑOL. ¿Qué quiere decir esto? Que sus precios son dinámicos. Es decir, en función del día y la hora en la que se acuda a la página web, el precio del billete es distinto. 

Flixbus no podrá operar a nivel nacional hasta que se liberalice el sector, pero sí lo hace internacionalmente desde España en virtud a un reglamento aprobado por la Unión Europea en 2009. El pasado viernes, por ejemplo, 21 pasajeros hicieron el trayecto Madrid-Lisboa desde la estación deMéndez Álvaro. Luis, en la cola, había comprado el billete por 4’99 euros; Fátima, por 6’99; y Lucía, por 10. “Podría haber ido en avión, quizás en tren… Pero compensa coger el autobús por el precio, aunque tenga ocho horas de viaje por delante”, comenta el primero de los viajeros en conversación con EL ESPAÑOL. 

Ese mismo día, en su página web, en trayectos internacionales, se podían comprar billetes de San Sebastián a Burdeos por 5’99 euros, de Barcelona a Montpellier por 8’99 o de Girona a Florencia por 19’99. “Viajar a París, por ejemplo, te puede salir por 10 euros y aquí (en España), cualquier viaje nacional no cuesta menos de 20 o 30”, puntualiza Elena Compte,responsable de comunicación de Flixbus a EL ESPAÑOL. 

¿Son conscientes de ellos los pasajeros? “Yo ni idea”, “yo tampoco”… “¿En serio?”, contestan los usuarios (más de 28 millones al año) al ser preguntados por este periódico. Muchos saben que el sector del tren se liberalizará a partir de 2020, que el de los taxis está en la lucha con Uber y Cabify o que, si los precios de los aviones son variables, es por esta misma razón. Pero, claro, a la hora de hablar de los autobuses, ante la cantidad de empresas existentes en las estaciones, el desconocimiento es absoluto. 

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