Julio Araújo, la vida de crápula del presunto responsable de la desaparición de Sonia Iglesias

El principal sospechoso por la desaparición de Sonia Iglesias ha pasado en los últimos años por los juzgados, ha sido multado por conducir bajo los efectos del alcohol e incluso llegó a denunciar a su suegra por injurias. Sigue en el punto de mira de la policía

Julio Araújo, la vida de crápula del presunto responsable de la desaparición de Sonia Iglesias - EL ESPAÑOL
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Según informa Brais Cedeira en EL ESPAÑOL, en los últimos años, la vida de Julio Araújo Domínguez ha sido un constante ir y venir de los juzgados a su casa en Pontevedra, la misma que compartía con Sonia Iglesias, la mujer cuya desaparición en agosto del año 2010 continúa siendo todo un misterio. Julio nunca se marchó de allí. Ante la justicia ha tenido que acudir a dar respuesta por la desaparición de su ex, con la que convivió alrededor de 20 años. Desde ese día, no ha dejado de ser el principal sospechoso. Y nunca ha abierto la boca. Tranquilo, sereno, Julio se encoge de hombros y calla. Siempre calla.

A sus 60 años, su vida era en los últimos años un ir y venir constante de fiestas y jarana en el centro de la ciudad. Todo el mundo en Pontevedra lo sabía. Como cuenta la familia de Sonia, buena parte de los problemas entre ellos, el hecho de que la joven hoy desaparecida quisiera separarse de él, venían de su afición por el mundo de la noche.

Así, su salud fue empeorando. Sobre todo los pulmones. En los últimos años, Julio tenía dos serios problemas aparte de su implicación en el caso de la desaparición de su expareja: el alcohol y el tabaco. Julio salía mucho de fiesta, antes y después de estar con Sonia. Las veces que se iba por ahí y volvía a las tantas se convertían luego, ya en casa, en discusiones con su pareja. Una pesadilla, dice la familia, que terminó repercutiendo en la relación con ella.

Desde que se ha conocido que la Policía le investiga de nuevo como principal sospechoso en el caso, a Julio Araújo no se le ha vuelto a ver el pelo. Esta misma semana se conocía la razón: el hombre era hospitalizado debido a su delicada salud. Durante años, Julio arrastró problemas en los pulmones que han ido empeorando por su adicción al tabaco.

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