Joan, Josep y Antonio, los mayores 'caseros' de Airbnb: gestionan 854 villas turísticas

Este portal se creó para conectar a particulares con clientes sin necesidad de intermediarios. Sin embargo, estos tres jóvenes se están haciendo de oro administrando casi mil propiedades: son un runner, un cocinillas y un amante del rock

Joan, Josep y Antonio, los mayores 'caseros' de Airbnb: gestionan 854 villas turísticas - EL ESPAÑOL
photo_camera Joan, Josep y Antonio, los mayores 'caseros' de Airbnb: gestionan 854 villas turísticas - EL ESPAÑOL

Un reportaje de Sofía C. Rodríguez publicado en exclusiva en EL ESPAÑOL

“Inquietud, variedad, esfuerzo y unas cañas”. Este es el secreto que llevó a tres amigos mallorquines a convertirse en los mayores propietarios de toda la facción española del portal inmobiliario Airbnb, una página web de alquiler vacacional que surgió con la idea de poder conectar a particulares y clientes sin necesidad de intermediarios.. No hay nadie en nuestro país que supere las 854 viviendas que gestionan estos treinteañeros a través de su empresa Ca S’Amitger, que opera bajo el pseudónimo de Villafinca en la red.

Ellos son Joan Miquel Company Crespi, de 37 años y amante de la música rock, Josep Miquel Arrom Martorell, de 35 y aficionado a la cocina y Antonio Carbonell Socias, 38 primaveras y runner y trotamundos en su tiempo libre. Josep, el benjamín, atiende a EL ESPAÑOL vía email y reconoce que, a pesar de tener casi mil propiedades anunciadas en Airbnb, este portal les supone “menos del 10%” de sus ventas totales.

Ca S’Amitger nació de una manera particular: los tres amigos, naturales de La Puebla (Palma de Mallorca), pasaban la noche “tomando cañas” en la finca de un conocido cuando unos turistas les pidieron que les dijeran cómo habían podido alquilar aquella propiedad para sus vacaciones. En aquel momento a Joan, Josep y Antonio se les encendió la bombilla y desarrollaron “un estudio y análisis del mercado”.

Imagen de la empresa Ca S'Amitger

A raíz de esto fueron capaces de “detectar las necesidades de muchas personas que disponían de viviendas con licencia turística”. Aunque ya había “pequeñas inmobiliarias” que trataban de desenvolverse en este ámbito, los emprendedores pudieron encontrar su propio nicho en el que prosperar. Ellos querían “llevar el sector (del alquiler vacacional) a otro nivel” y para esto se han valido de la innovación tecnológica -un 20% de su plantilla son ingenieros y programadores- y de un “modelo de negocio estable con la ambición de liderar el mercado”.

"Un cliente nuevo era como ganar un Mundial"

Los tres socios ya tenían experiencia en el mundo del turismo antes de fundar Ca S’Amitger, hace apenas seis meses. El mayor, Antonio, o como ellos le llaman, Toni, estudió Ingeniería Informática y trabajó en el ámbito de las agencias de viajes por internet. Joan, el mediano, se ocupaba de un negocio familiar de hostelería y Josep, el pequeño, es abogado especializado en legislación turística.

Los inicios de la empresa fueron difíciles, como los de cualquier start-up: “Nuestro primer domicilio era la casa de uno de nosotros”, explica Josep. El joven letrado recuerda “con cariño” cómo pasaban los días y los socios seguían sin un sólo trabajador en nómina y ninguna vivienda que poner en alquiler. “En cada reunión nos íbamos con deberes para casa y cada vez que un propietario confiaba en nosotros se celebraba como ganar un Mundial”, rememora.

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