Intervenidos 922 pájaros cazados ilegalmente en pésimas condiciones: 114 ya muertos

Según recoge El Caso, los Agents Rurals pudieron poner fin a una operación de más de dos años para desmantelar un punto de distribución y venta de pájaros ilegal. La investigación, bajo el liderazgo del Grup de Suport de Fauna i Flora (GSFF) del Cuerpo de Agents Rurals, ha permitido intervenir 922 pájaros de tipos fringílidos, entre los cuales había varias especies, como el jilguero, verderón, pardillo común y pinzón común. Las aves se encontraban, como se puede ver en las fotografías, apiladas en jaulas pequeñas y con alpiste para que fueran comiendo. La pésima cura por parte de sus supuestos cuidadores causó que de los 922 ejemplares que se encontraron, 114 estuvieran muertos. Al ser preguntados por este medio, el cuerpo de Agentes Rurales no ha querido dar detalles sobre cuando se llevó a cabo el registro ni en qué municipio se encontraban los pájaros.
Cuando los Agentes rurales llegaron al lugar de los hechos, encontraron a los pájaros, que llevaban anillas a las patas, como si hubieran sido criados en cautividad, pero la investigación de los agentes permitió descubrir que su origen era la caza furtiva, principalmente en Huesca y Andalucía, que, además, se hacía a través de métodos ilegales como utilizando cruces y sustancias pegajosas. La mayoría de estas aves rescatadas son crías, que han nacido entre la primavera y el verano, y estuvieron trasladadas a un Centro de Recuperación de Fauna. Aparte de los pájaros, también se encontraron dos tortugas de especies protegidas (Testudo hermanni y Testudo graeca), con que requisaron, y algunas sustancias que preocuparon a los investigadores.
Pájaros dopados
Junto con los animales, también se encontraron algunos medicamentos veterinarios, pero ninguna receta que justificara su compra ni administración a los pájaros. Los Agents Rurals destacan que dar medicinas y otras sustancias a los pájaros sin una prescripción puede suponer un gran riesgo para su salud, ya que los puede intoxicar o causar efectos secundarios graves. Además, también se está investigando un supuesto dopaje de las aves, a las cuales se les inyectaba sustancias como testosterona. Ahora, es decisión del Juzgado de Instrucción número 7 de Cerdanyola del Vallès decidir si los implicados son culpables o no de delitos contra la fauna y contra los animales.