Iñaki eligió Brieva tras una sugerencia de Miquel Roca, el abogado de la infanta Cristina

La elección de la prisión en la que cumplirá condena el cuñado de Felipe VI estuvo milimetrada hasta el último momento: se decidió tres días antes

Iñaki eligió Brieva tras una sugerencia de Miquel Roca, el abogado de la infanta Cristina - EL ESPAÑOL
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Según informa Cristina Coro en EL ESPAÑOL, a pesar de que los medios de comunicación no paraban de recordarle que ese mismo día cumplía 53 años, la Infanta Cristina no estaba para celebraciones. El día anterior, 12 de junio, su marido, Iñaki Urdangarin viaja rumbo a Palma de Mallorca para recoger su orden de entrada en prisión tras conocer la sentencia del Tribunal Supremo: cinco años y diez meses. En el aire todavía estaba el destino de la familia Urdangarin Borbón. La única decisión que entonces estaba tomada es que no se iban a mudar a España a vivir. La hija menor de los Reyes don Juan Carlos y doña Sofía iba a continuar en Ginebray que sería la hermana de Felipe VI la que se desplazaría a la prisión que eligieran para ver a su esposo cuando tuviera permiso. La elección de la prisión todavía estaba en el aire.

Que el exjugador de balonmano eligiera entrar, en la madrugada de este lunes 18 de junio en la cárcel de mujeres de BrievaÁvila, fue una serie de rebotes del destino y decisiones que se tomaron casi en el límite de comunicar a las autoridades penitenciarias su decisión.

La misma mañana del 13 de junio, antes de acudir al juzgado de Palma ha recoger su orden de prisión, Iñaki Urdangarin se reunió con su abogado, Mario Pascual Vives, para estudiar todas las posibilidades. Ambos sabían que su entrada en prisión era un hecho, pero desconocían, y se llevaron la sorpresa, que la cosa iba a ser tan inmediata. Había que tomar una decisión. Con todas las opciones en la cabeza, el cuñado del Rey volvió a su casa de Ginebra para soplar junto a su esposa, la Infanta Cristina, las velas más amargas de su vida.

Mientras que el letrado del condenado por el Caso Nóos a cinco años y diez meses se inclinaba más por un centro penitenciario en Cataluña, el matrimonio Urdangarin prefería Madrid. Pero al esposo de la Infanta Cristina sólo le importaba una cosa: dónde iba a ingresar su exsocio Diego Torres, además de conseguir entrar en prisión sin que nadie pudiera sacar esa imagen. Sabía que su fotografía entrando entre rejas daría la vuelta al mundohaciendo un daño irreparable a su familia y la Casa del Rey.

Objetivo 1: saber dónde ingresaría Torres

Tras la reunión en Palma de Mallorca, Pascual Vives sólo tenía un objetivo durante toda la tarde: conseguir averiguar en qué prisión había decidido ingresar el otro condenado por el Caso Nóos, exsocio de su cliente y, según su defensa, la persona que engañó al ex duque de Palma para cometer los delitos de prevaricación, malversación, tráfico de influencias, fraude y dos delitos fiscales.

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