Habitaciones picadero en alquiler a 10 euros la hora en casas con la familia dentro

- Los dueños de las casas esperan en el salón mientras los clientes se 'divierten' en la habitación de al lado durante una hora.

- Dos periodistas de EL ESPAÑOL se han hecho pasar por una pareja interesada en utilizar uno de esos cuartos y han descubierto cómo funciona.

Habitaciones picadero en alquiler a 10 euros la hora en casas con la familia dentro - EL ESPAÑOL
photo_camera Habitaciones picadero en alquiler a 10 euros la hora en casas con la familia dentro - EL ESPAÑOL

Un reportaje de Lucía Vinaixa publicado en EL ESPAÑOL

¿Quién nunca ha buscado un lugar íntimo para pasar un buen rato con alguien especial? (o no tan especial). En la mayoría de los casos, la mejor opción suele ser una casa o un hotel, pero a los no tan afortunados les toca comerse un poco más la cabeza. Un coche, un parque o incluso una sala de cine forman parte del ' top 5' de los 'lugares íntimos para hacer el amor' que la página web Mis picaderos ha recopilado en un mapa de España. Sin embargo, las palabras 'sitio público' e 'intimidad' no suelen estar muy relacionadas. Ante la necesidad de muchos 'tortolitos' y aprovechando el boom de los Airbnb, numerosos españoles han transformado cuartos de sus propias casas en picaderos donde su familia se encuentra en la habitación de al lado. Por 10 euros la hora pueden tener una 'sexcondite' no muy lujoso con sabanas limpias y, en algunos casos, una recopilación de DVD’s no aptos para todos los públicos.

La página web Milanuncios ofrece numerosos picaderos para alquilar durante una hora.

Dos periodistas de EL ESPAÑOL se han hecho pasar por una de esas parejas interesadas en disfrutar durante 60 minutos uno de esos ‘picaderos’. Eso sí,solo por motivos laborales. 

Pero llegar hasta allí no ha sido tarea fácil. Si uno busca en Google ‘habitación por horas’ lo primero que le saldrán son numerosos hoteles chicen el centro de la ciudad que ponen a disposición de sus clientes algunos de sus cuartos normalmente por un mínimo de tres horas. La estadía suele rondar los 40 euros, precio que hay que abonar en la recepción del alojamiento bajo los ojos de muchos curiosos. 

En muchas ocasiones, los más asiduos a este tipo de ofertas lo que les interesa es justamente lo contrario. Es decir, que nadie les vea. ¿Y qué ocurre si el interesado solamente necesita el cuarto durante una hora? Probablemente, para muchos ‘ansiosos por exprimir su amor’ todo esto les parecerán demasiados impedimentos. O, quien sabe, quizás lo único que quieran sea echarse una buena siesta… 

Sábanas limpias

La curiosidad me llevó a la página web de 'Milanuncios' para buscar una habitación y… ¡Bingo! Un sinfín de 'generosos' internautas ofrecían alguno de sus cuartos por un mínimo de 10 euros la hora. 

Todos ofrecen lo mismo: habitación muy limpia, íntimas y acogedoras. No hay ni uno que no insista en la limpieza de sus sábanas. Algunos incluso alquilan su casa entera por 25 euros. “Solo durante el día”, me dice una mujer en una conversación telefónica. Tras numerosas preguntas prefiere no hablar más. Lo mismo ocurre con un hombre con acento italiano que ofrece un estudio en plena Gran Vía madrileña. “No sé por qué haces tantas preguntas”, responde de una manera directa. Y tras una hora, doy con el inquilino perfecto.

Los dueños de la casa esperan en el salón a que los clientes se 'diviertan' durante una hora.

J.C entre semana vive solo en un barrio madrileño cercano a la M-30. Tiene dos habitaciones que de lunes a viernes lo único que se llenan es de polvo. Aunque por su simpatía y su gracia costaría pensar que es un hombre solitario, solo recibe visitas determinados fines de semana por parte de algún familiar. Hace tres años su situación económica empezó a tambalearse. Probablemente, la crisis que dejó a España desolada llamó a su puerta. Todos conocemos formas de ganar dinero. Muchos prefieren la vía rápida y fácil, y a él la que más le convenció fue la que no le suponía levantarse del sofá. 

“Aunque haga el salto del tigre no se va a escuchar nada”

En una llamada telefónica el dueño me ofrece un servicio con “absoluta discreción” en su propia casa y añade que “no es como un hotel donde se puede encontrar con personas que no quiere encontrarse”. ¿No se oirá todo?, le pregunto. “Aunque haga el salto del tigre no se va a escuchar nada”, responde. Suena convincente. Parece que J.C es un buen hombre de negocios. ¿El precio? 10 euros por persona. Solamente tiene un requisito: una recarga de cinco euros a su número de teléfono. Ni Bizum ni Paypal.  O eso o nada. Bajé pitando a la primera tienda de alimentación que me encontré y un empleado hizo la recarga. 

A las 16:15 del día siguiente estábamos llamando al telefonillo de un edificio en un barrio obrero de Madrid. Un compañero y yo nos estábamos haciendo pasar por una pareja en una casa de un completo desconocido. ¿Nos estaríamos metiendo en la boca del lobo? ‘¿Lo sabrán sus vecinos?’,me pregunté.

Poco duró la adrenalina. El dueño nos abrió con una sonrisa de oreja a oreja y nos hizo un tour por su casa. Se trataba de una habitación con una cama de matrimonio cubierta por unas sábanas que parecían sacadas de 'Cuéntame'. Había un paquete de kleenex sobre una mesa, un cenicero junto a la cama y tres cuadros con flores colgaban de una pared blanca .Tras cerrar la puerta, nos dijo que estaría esperándonos en el salón viendo la televisión. “No abriré la puerta hasta que ustedes no la abran. Tranquilos, aquí no hay nadie. Sólo ustedes dos”, insistió, y antes de darnos nuestro momento de intimidad me pidió que le abonase los 15 euros que faltaban.

Mucho ruido no íbamos a hacer, por lo que tuvimos que poner un poco de música para no levantar sospechas. 40 minutos después ya estábamos despidiéndonos del hombre. No podía irme sin preguntarle si no le incomodaba tener este tipo de visitas. Me confesó que no venían solo parejas. “El otro día vino un camionero a pasar la noche”, contó. J.C es todo un anfitrión.

Sigue leyendo este reportaje completo en EL ESPAÑOL

Comentarios