Según informa Brais Cedeira en EL ESPAÑOL, “a nuestro hijo Gabriel le encantaba la música... le encanta la música”. A Patricia Ramírez, madre de Gabriel Cruz, el chiquillo cuyo cadáver acaba de ser hallado tras desaparecer hace 13 días en Las Hortichuelas (Níjar), se le congestionaba el rostro en cuanto hablaba. La imagen del pequeño estaba dolorosamente presente cada minuto de los últimos días. Era imposible dormir, era imposible comer, era imposible no pensar en él. En quién se lo habría llevado y por qué.
Sus palabras teñidas de nostalgia y esperanza tan solo decían verdad. A Gabriel la música le encantaba. Si había una canción que le gustaba, se la aprendía de memoria para recitarla luego ante los mayores (les dejaba siempre con la boca abierta). Hay canciones que las cantaba tan bien, tan profundo, que parecía que las hubiera compuesto él mismo. Como Girasoles, de Rozalén.
Así que le canto a los coherentes
A los humildes que buscan la paz
A los seres sensibles que cuidan de otros seres y saben amar
A todos los que luchan por nuestros derechos
Miran a todo hombre igual
A quienes no me juzguen
Y a quienes estén dispuestos a compartir
A ti mi compañero que tienes alma pura
Que es tu corazón bondad
Respetas mi espacio vital
Me escuchas bien atento
Y besas con cariño cada parte de mi cuerpo
Gabriel era un enamorado de la música. Contaba Patricia, su madre, que recientemente pidió agregar esta canción de la artista manchega a su lista de reproducción de canciones favoritas. La propia artista, hace unos días, se enteró a raíz de que los padres del pequeño leyesen una estrofa de la canción en una manifestación pública. “Acaban de decirme que los padres de Gabriel, el niño desaparecido, han leído en su manifiesto ‘Girasoles’... y se me parte el alma”.
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