'El Flequi', el notario cofrade que empezó vendiendo lejía y acabó robando a sus clientes

Carlos Alburquerque se quedaba con una parte de la provisión de fondos de sus clientes, hasta sumar 400.000 euros. Se hizo a sí mismo partiendo de la nada y ha terminado arruinado y condenado a cuatro años de cárcel

'El Flequi', el notario cofrade que empezó vendiendo lejía y acabó robando a sus clientes - Fotografía: Día de Cordoba
photo_camera 'El Flequi', el notario cofrade que empezó vendiendo lejía y acabó robando a sus clientes - Fotografía: Día de Cordoba

Según informa Andros Lozano en EL ESPAÑOL, “nada antes que la fe”, reza el lema de los notarios en su frase originaria en latín: Nihil prius fide. Pero para uno de ellos, el cordobés Carlos Alburquerque, el dinero estaba antes incluso que su devoción confesa por Jesucristo.

La Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Córdoba le ha condenado, en una sentencia fechada el 20 de julio de 2018, a cuatro años de cárcel por estafar a 134 clientes, de quienes se quedó 400.000 euros.

Su modus operandi era siempre el mismo: se apropiaba de parte de los fondos de aprovisionamiento que los clientes de su despacho le entregaban para escrituras, registros de la propiedad o pago de tasas. La condena a Carlos Alburquerque, al que en Córdoba apodan El Flequi por su cuidada melena, le llega cuando ya está jubilado. En septiembre de 2015 cesó su actividad laboral. Tenía 70 años.

Ahora, cuando roza los 73, le esperan los barrotes de la prisión. En ciudad califal la sentencia ha causado revuelo. No por desproporcionada, pero sí porque afecta a un rostro conocido de la ciudad.

EL ESPAÑOL, a través del testimonio de cuatro personas de su entorno, traza el perfil de este notario estafador que ama el fútbol y el rock, llegó a ser hermano mayor de una cofradía, tiene una hija que a punto estuvo de entrar en un reality de Telecinco y uno de sus primeros trabajos fue como vendedor de lejías.

Notario 'gracias' a Aznar

Carlos Alburquerque Llorens nació en Córdoba el 15 de septiembre de 1945. Hijo de un matrimonio “muy humilde”, desde joven siempre ha creído en aquella idea tan liberal y americana de que en la vida uno debe hacerse a sí mismo. De niño estudió en Los Maristas de Córdoba. Probablemente, en el colegio le nació su fe en Jesucristo. Ya de adulto, se formó en economía y gestión de empresas.

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