Según informa Roberto Méndez en EL ESPAÑOL, la artritis reumatoide es una de las enfermedades inflamatorias articulares más conocidas. Se caracteriza por causar dolor e inflamación en múltiples articulaciones de forma simultánea, y sin una causa concreta conocida, dado que el sistema inmune tiene mucho que decir al respecto.
Se sabe que la genética es importante, pero existen otros factores a tener en cuenta respecto a la mejora de los síntomas de la artritis reumatoide. No solo la medicación es importante -se trata en muchos casos de un pilar básico dependiendo de su intensidad- sino que se sabe que el estilo de vida en general, y la dieta en particular, podrían mejorar de forma significativa el dolor asociado a la enfermedad.
De hecho, un nuevo trabajo publicado en Frontiers in Nutrition, a cargo de los investigadores del Comité de Médicos de Medicina Responsable, ha llegado a la conclusión de que la mejor alimentación frente a la artritis reumatoide sería una dieta basada en plantas. O dicho de otro modo, una abundante en verduras, hortalizas, grano entero, frutos secos y frutas.
De la misma forma que se sabe que la Dieta Occidental provoca un ambiente inflamatorio en el organismo humano, las dietas basadas en plantas, como es el caso de la Dieta Mediterránea o la Dieta DASH, sin olvidar la recientemente promulgada Dieta de Salud Planetaria, promueven un ambiente antiinflamatorio. Eso mejoraría los síntomas de diversas enfermedades, especialmente las autoinmunes.
Según este estudio, existirían cuatro formas en las que una dieta basada en plantas puede ser efectiva:
1. Reducción de la inflamación. Según un trabajo publicado en 2015, donde se dio a los participantes de forma aleatoria una dieta basada en plantas, en apenas dos meses se conseguiría reducir el valor de los marcadores inflamatorios, en comparación a los individuos que consumen una dieta rica en grasas y productos animales.
En otros trabajos también se ha llegado a la conclusión de que las dietas ricas en grasa y carne procesada aumentan los marcadores inflamatorios, como la proteína C reactiva o PCR, mientras que las dietas basadas en plantas y ricas en fibra producirían el efecto contrario.
2. Reducción del dolor. Por otro lado, un ensayo clínico aleatorizado analizó los efectos de una dieta vegana baja en grasa en individuos con diagnóstico de artritis reumatoide moderada o severa. Según dicho trabajo, tras el paso de cuatro semanas con esta dieta, los participantes experimentaron mejoras significativas de su rigidez matutina, mejoras en el dolor, mejoras en la sensibilidad articular y también una reducción en la inflamación articular general.
En este caso los autores sugieren que las dietas basadas en plantas suelen ser bajas en grasas y altas en fibra, algo que a su vez reduciría tanto la inflamación como el dolor en estos pacientes.
3. Reducción del peso corporal. Así mismo, no son pocos los estudios que sugieren que el exceso de peso corporal puede aumentar el riesgo de desarrollar artritis reumatoide, y dicho exceso también daría lugar a una menor probabilidad de remisión de los brotes de dolor asociados a la enfermedad.
Pero el caso contrario también es posible. Un análisis de 2018 sugirió que los pacientes diagnosticados de artritis reumatoide que lograron perder 5 kilogramos o más tenían hasta tres veces más probabilidades de experimentar mejoría en sus síntomas, en comparación a aquellos que perdieron menos peso. Y se sabe que las dietas basadas en plantas son la mejor opción para perder peso en la actualidad.
4. Mejoras en el microbioma intestinal. Para finalizar, algunos estudios sugieren que el microbioma intestinal tendría un papel clave en el desarrollo de la artritis reumatoide y la inflamación corporal generalizada.
En este ámbito, los autores de la presente revisión sugerirían que las dietas basadas en plantas, con un elevado contenido de fibra, podrían provocar alteraciones beneficiosas en la composición de las bacterias intestinales, aumentando su diversidad en pro de la mejora sintomática de estos pacientes.
Como comenta la coautora de la revisión, Hana Kahleova, MD, phD y directora de investigación clínica del Comité de Médicos, "las dietas basadas en plantas compuestas por frutas, verduras, granos enteros y legumbres pueden ser de gran ayuda en las personas con artritis reumatoide. Este estudio ofrece una esperanza de que un simple cambio de menú pueda mejorar el dolor, hinchazón e inflamación asociado a la enfermedad, logrando incluso su desaparición".
De momento se precisará más investigación al respecto, pero este estudio es una prueba más de que las dietas basadas en plantas son beneficiosas para la mejora de la salud en general, y la mejora de las enfermedades autoinmunes en particular.