Según recoge Informativos Telecinco, el pasado enero, varios agentes de policía del condado de Lawrence (Estados Unidos) detuvieron a un hombre, George Perrot, por una supuesta violación. Le encontraron sin ropa junto a una mujer desnuda, quien aseguró que fue violada, en medio de la calle. Posteriormente, el Tribunal Superior de Essex, donde le trasladaron, le impuso prisión sin fianza ante su peligrosidad, según recoge The Republican.
Y es que Perrot cuenta con una historia confusa a sus espaldas por el mismo delito. En 1985 le condenaron a cadena perpetua acusado de pegar y violar a una anciana en Springfield. No obstante, la mujer nunca le identificó como su agresor.
George Perrot: Man wrongly convicted of rape in infamous case faces new rape charge – California https://t.co/MxzXEi6YKf pic.twitter.com/bomFkg9oQ1
— Rafi (@rafi1227) 5 de mayo de 2019
Entonces, las autoridades declararon incapacitada a la víctima para testificar por su edad. Por otra parte, y para más confusión, Perrot confesó la violación, ante lo que su abogado adujo que estaba bajo el efecto de las drogas.
En libertad tras revisar los errores del caso
Sin embargo, todo cambió 31 años después de su condena a cadena perpetua, quedando exonerado de su pena y por tanto en libertad. La asociación The Innocence Proyect, que combate contra las condenas injustas, en colaboración con el Instituto Schuster de Periodismo de Investigación consiguieron probar que el dictamen del juez estuvo baso en pruebas erróneas.
