La mujer se inventaba que su hijo tenía cáncer u otras enfermedades graves para someter al pequeño a cirugías, lo que provocó su deterioro de salud. Christopher, como se llama el niño, de 10 años, se vio sometido a 320 visitas al hospital y 13 operaciones por enfermedades que en realidad no tenía durante los primeros ocho años de su vida.
El menor tuvo que estar en silla de ruedas a causa de las afectaciones que sufrió por las operaciones. Kaylene, su madre, le comenzó a llevar a visitas médicas desde que tenía solamente 11 días de vida, según apuntan los fiscales a cargo del caso.
La mujer condenada lanzó incluso mensajes para recaudar fondos para costear los gastos de las operaciones de su hijo. Kaylene perdió la custodia de su hijo en 2017 después de que el personal sanitario de un hospital de Dallas alertara a los Servicois de Protección Infantil que el menor no padecía cáncer ni los síntomas que decía la mujer.
Christopher está bajo custodia de su padre, Ryan Crawford, quien asegura que sabía que su expareja tenía problemas pero nunca le creyeron. Las autoridadesexplican que el perfil de la condenada se ajusta a la descripción del Síndrome de Munchausen por poderes. Un trastorno que consiste en que una persona se inventa síntomas médicos para llamar la atención.
El pequeño, por suerte, se ha recuperado de todas las lesiones que sufrió. Hoy ya no necesita estar en silla de ruedas y su padre asegura que su estado de salud mejora cada día.
