Según recoge Informativos Telecinco, una joven británica de 18 años, se acostó con dolor de cabeza pero poco más tarde comenzó a convulsionar. Cuando llegó al hospital los médicos le tuvieron que provocar un coma inducido y descubrieron que estaba embarazada. La adolescente padecía una rara patología; tenía dos úteros, uno le hacía menstruar y en el otro se desarrollaba su bebé.
Ebony Stevenson estaba embarazada a pesar de no haber perdido el ciclo menstrual ni haber notado ningún cambio en su barriga, según informa The Independent. Esto se debe a que la joven tienen dos úteros, algo que le ocurre a una de cada 3000 mujeres.
Las convulsiones fueron causadas por preeclampsia, una complicación del embarazo que generalmente detecta con los controles médicos del embarazo. Ebony necesitó una cesárea de emergencia pero no conoció a su hija hasta 3 días más tarde, cuando despertó del coma.
La niña, a la que llamó Eloide, pesó 3 kilos y 400 gramos. Stevenson dijo que "la experiencia fue abrumadora" "conocer a mi bebé fue surrealista, sentí como una experiencia vivida fuera de mi cuerpo" sin embargo, afirmó que era un milagro absoluto y que no cambiaría a su hija por nada.
