Según recoge Informativos Telecinco, poco tiempo antes de verle la cara a su bebé, murió trágicamente. Así es la triste historia de Rachel, una joven de 36 años que murió el pasado abril cuando estaba a punto de dar a luz y descubrir si era niño o niña. Ahora, el viudo, Nick, le ha puesto su nombre a la pequeña bebé de tan solo unos meses de vida.
Todo sucedió el 24 de abril en Manchester. Aquel día, Rachel, embarazada de nueve meses, empezó a sentir fuertes dolores abdominales. Inmediatamente después se desplomó sobre suelo del aparcamiento en el que estaban, sin pulso ni respiración a consecuencia de una aneurisma en la arteria esplénica (estómago y bazo), según recoge Mirror.
Nick llevó a su esposa rápidamente al hospital Wythenshawe, donde le reanimaron y le sacaron a su bebé por cesárea. Sin embargo, la madre murió al día siguiente al parto.
Desgraciadamente no llegó a ver la cara de su hija Isabelle. Y es que ambos padres no conocían su sexo para que fuera una sorpresa. No obstante, un emocionado Nick le susurro al oído el nombre de la recién nacida, quien permanece en cuidados intensivos neonatales y podría tener daños cerebrales.
"No puedo imaginarme este mundo sin ella, porque era mi mundo. Me rompe el corazón pensar que Isabelle nunca conocerá a su madre. Pero sé que la memoria de Rachel vivirá en sus hijos y en todos quienes le conocieron", expresó Nick, quien llamó Isabelle Rachel a su hija como homenaje.
Además, como muestra de agradecimiento al personal sanitario que les atendió, Nick creó una campaña de recaudación de fondos. Pese a que al comienzo solo consiguió unas pocas libras, actualmente lleva más de 16.000.
