Según recoge Informativos Telecinco, una boda en la ciudad china de Suzhou se iba a celebrar con total normalidad cuando, de manera inesperada, se produjo un hecho sorprendente tras revelarse que la novia era también la hija perdida de la madre del novio hacía más de 20 años.
Fue una marca de nacimiento en la mano de la prometida de su hijo la que despertó sus sospechas. La mujer, que hacía 20 años había perdido a su pequeña, descubrió que la que sería su futura nuera era también su hija biológica.
A pesar de lo embarazoso de la situación, la mujer se acercó a los padres de la novia para preguntarles si esta era adoptada. Sorprendidos por la pregunta, la pareja respondió en un primer momento con indignación pero más tarde acabaron reconociendo que, efectivamente, su hija era adoptada.
Por lo visto, el matrimonio guardaba el secreto de la adopción de su hija con cierto recelo y muchos de los asistentes a la unión reconocieron no saber que la novia era en realidad hija adoptiva. Tal y como explica Oriental Daily News, la niña fue encontrada junto a una carretera hace ahora 20 años.
La novia está doblemente feliz tras conocer a su madre biológica
Tras desvelarse la gran noticia, el festejo de la boda quedó eclipsado parcialmente por el recuentro entre madre e hija que no podían salir de su asombro y que reconocían la enorme casualidad. Con gran alegría por haberse reunido de nuevo con su madre biológica, la novia no tardó en expresar cierto desconcierto acerca de su futuro junto al hijo de su progenitora.
Chinese woman was left in tears after she found out that her son's bride was her daughter who went missing over 20 years ago. Noticed a birthmark on the bride's hand,which was similar to the 1 on her lost daughter's hand.
— Tushar Kant Naik ॐ♫₹ (@tushar_kn) April 6, 2021
Now I'm thinking about that groom. 😏 pic.twitter.com/RSmZIjwCKN
"No son hermanos, se pueden casar"
Novio y novia no se lo podían creer. Después del emotivo reencuentro, ambos empezaron a plantearse si la boda podría seguir adelante. Sin embargo, la propia madre del novio se encargó de asegurar que su hijo era también adoptivo y que, por tanto, no existirían problemas genéticos si la nueva pareja deseara tener un bebé.
Por no existir ningún tipo de inconveniente, y pese al gran impacto emocional que la sorprendente noticia supuso para todos los invitados, el festejo pudo continuar sin más incidentes. Novios, madre y asistentes tienen ahora doble motivo de celebración y, sin duda, nunca olvidarán está boda.
