Coto Matamoros sin pelos en la lengua: "Pablo Iglesias es un analfabeto; Rajoy, un psicópata"

"El nacionalista español es igual de xenófobo que el catalán" / "He sobrevivido tan bien a la heroína porque a mí me protege dios"

Coto Matamoros: "Pablo Iglesias es un analfabeto; Rajoy, un psicópata" - JORGE BARRENO / EL ESPAÑOL
photo_camera Coto Matamoros: "Pablo Iglesias es un analfabeto; Rajoy, un psicópata" - JORGE BARRENO / EL ESPAÑOL

Una entrevista de Lorena G. Maldonado publicada en exclusiva en EL ESPAÑOL

“Ya no me puedo fumar ni un puto cigarro tranquilo”, resopla Coto Matamoros, hasta los dídimos de la jornada de promoción, apagando el pitillo antes de que se consuma. “Parece usted ministro”, le digo. “Sí. Ministro de la mierda”, se ríe. En el cráneo lleva tatuajes y palizas de su padre, chutes, libros, grandes amores de un día, y quizá un puñado de verdades amasadas con los años para echárselas en cara al sistema.

Dice que es un “predicador contra la basura” y que ejerce de ácrata sin reventar papeleras: para eso, para dinamitar el orden, publica Libro de reclamaciones (Cúpula), que es el rosario de escupitajos intelectualizados de un hombre que está de vuelta. Había una subversión que no nacía en el vandalismo, sino en convertirse uno mismo en barricada hecha carne. Desde ahí, desde su propio existir, golpea. En la cárcel se lo pasó bien. “Entre barrotes también se puede ser libre”. Coto Matamoros vuela lejos con la cabeza y ha encontrado la forma de insonorizarse de los mensajes del poder: la búsqueda de la belleza.

Libro de reclamaciones. ¿Cuál es su reclamación más urgente?

La principal es contra la estupidez. Podríamos englobar como principal objetivo mi reclamo contra la estupidez, contra la brutalidad, contra el engaño en el que nos hacen vivir. Ellos nos dibujan una realidad que realmente no es.

Entrevista a Coto Matamoros

¿Quiénes son “ellos”?

El poder.

¿El sistema?

Tampoco el sistema, porque dentro de otros sistemas también pasa. Creo que el poder, la manera de controlar a la gente es conformándola en una realidad en la que no estén muy a disgusto, no estén excesivamente jodidos, la sobrelleven… todo bajo el manto de unas opiniones siempre subjetivas, y, por tanto, siempre interesadas. Yo voy contra eso. Reivindico para salir de esa burbuja el agarrarse a la alegría, a la felicidad, que es algo que depende de ti y de nadie más. No depende de las ideas que te han metido en la cabeza, no depende del materialismo. Justo lo contrario. Reivindico la belleza como la realidad que no necesita ni siquiera ser pensada. Esa realidad viene por el camino de la sensibilidad y es una emoción. Esa es la auténtica verdad: la búsqueda de la belleza, saberla localizar, sentirla.

¿Cómo puede uno insonorizarse…?

Te insonorizan ellos. Pero yo creo que se sale cuando la situación es insostenible, cuando tu vida no tiene ningún sentido tal y como la estás viviendo… cuando no te sientes realizado. Viviendo de donde vengo y con la experiencia que acumulo no es muy difícil. Creo que he pasado por todos los procesos imprescindibles para saber que ni el dolor es como te lo pintan ni la alegría la vas a encontrar donde ellos te la localizan. Esto es. Es un libro que va dirigido a mi hija, que está en esa edad que suponemos difícil porque es una ruptura con lo familiar. La adolescencia. Cuando uno llega a la adolescencia busca matar a la familia, cosa que no me parece mal, es un paso necesario.

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