Según recoge el HuffPost, el economista Santiago Niño Becerra vio venir la crisis del 2008 mucho antes que la mayoría de los mortales. En 2006 anticipó que se desencadenaría un tsunami económico y social debido a las “elevadas tasas de endeudamiento”.
Cuando la crisis ya era una realidad y muchos apuntaban a que en 2010 se saldría del túnel, Niño Becerra volvió a acertar al asegurar que el mundo no saldría de la recesión hasta 2015 y que España no lo haría hasta 2018.
Pues bien, ahora, en plena crisis por el coronavirus, este economista vuelve a mostrarse pesimista al afirmar que la recuperación no va a ser en ningún caso inmediata.
En una serie de tuits publicados en los últimos días, Niño Becerra se muestra en contra de los que comparan la situación actual con lo ocurrido en 2008 o en la II Guerra Mundial.
“No. En el 2008 no se paró la economía y en la II GM la producción iba a tope. Para encontrar símiles tenemos que irnos a las crisis agrarias, a antes de la aparición del Capitalismo que conocemos”, afirma.
Que manía con comparar lo que ahora está pasando con el 2008 y con la II GM. No. En el 2008 no se paró la economía y en la II GM la producción iba a tope. Para encontrar símiles tenemos que irnos a las crisis agrarias, a antes de la aparición del Capitalismo que conocemos.
— Santiago Niño (@sninobecerra) March 29, 2020
El experto subraya que, puestos a buscar comparaciones, el parón absoluto que vivimos recuerda a lo que sucedió en esas crisis agrarias, la última de las cuales tuvo lugar entre 1785 y 1786.
“Debido a algún fenómeno natural, como una sequía, la producción agrícola y ganadera se hundía, lo que llevaba al hambre y arrastraba a la producción de manufacturas y el comercio hacia el parón total”, explica.
En ese contexto, señala,lo único que servía para remontar la situación era un año de buenas cosechas. Niño Becerra subraya, no obstante, que ahora no estamos a mediadios del siglo XVIII pero “la esencia de la situación es muy semejante”.
“Y peor: ahora estamos acostumbrados a una forma de vida que en el XVIII ni la nobleza tenía. La ‘recuperación’ no va a ser inmediata. No”, advierte.
Cuando algo sucede siempre buscamos comparaciones, momentos en los que hayan sucedido cosas parecidas, y es lógico que así sea. Puestos a pensar lo que ahora pasa: el parón absoluto ya implantado o hacia el que vamos, recuerda lo sucedido en las crisis agrarias, la última
— Santiago Niño (@sninobecerra) March 28, 2020
de las cuales tuvo lugar entre 1785 y 1786. Debido a algún fenómeno natural, como una sequía, la producción agrícola y ganadera se hundía, lo que llevaba al hambre y arrastraba a la producción de manufacturas y el comercio hacia el parón total. Un año de buenas cosechas era lo
— Santiago Niño (@sninobecerra) March 28, 2020
En mensajes posteriores, Niño Becerra señala que hay una forma de “coordinar recursos y estrategias de forma rápida eliminando duplicidades”. “Pero nadie la quiere: un organismo de planificación mundial formado solo por técnicos; de tipo soviético, si. ¿A qué nadie la quiere?”, pregunta.único que servía para remontar la situación. Claro, no estamos a mediados del XVIII, pero la esencias de la situación es muy semejante. Y peor: ahora estamos acostumbrados a una forma de vida que en el XVIII ni la nobleza tenía. La 'recuperación' no va a ser inmediata. No.
— Santiago Niño (@sninobecerra) March 28, 2020
Virus: existe una forma de coordinar recursos y estrategias de forma rápida eliminando duplicidades, pero nadie la quiere: un organismo de planificación mundial formado solo por técnicos; de tipo soviético, si. ¿A qué nadie la quiere?
— Santiago Niño (@sninobecerra) March 29, 2020
El economista señala que los expertos en sanidad llevan razón cuando dicen que lo mejor para frenar el contagio sería el confinamiento total, pero insiste en que eso es “lo más superpésimo para la economía porque la economía del S. XXI está basada en la movilidad y en el intercambio”.
“Nadie vivo puede recordar algo parecido a lo que está sucediendo porque es algo que sucedió hace demasiado tiempo”, asegura antes de señalar que quizá “la salida pasa por retroceder el 40% del PIB, reducir la renta, todos, el 50%, asumir que todo el mundo no puede tener un Ferrari, compensar deudas, coordinar medidas, ver dónde están las expectativas, establecer prioridades, y empezar a partir de ahí”.
El decreto que regula la paralización de toda la actividad económica en ESP. Los expertos en sanidad tienen razón: lo óptimo para frenar al máximo el contagio sería el confinamiento total, ni siquiera para salir a comprar lo básicio: que robots trajesen los pedidos. Pero
— Santiago Niño (@sninobecerra) March 31, 2020
esa línea de actuación es lo más superpésimo para la economía porque la economía del S. XXI está basada en la movilidad y en el intercambio. Nadie vivo puede recordar algo parecido a lo que está sucediendo porque es algo que sucedió hace demasiado tiempo. No se. Igual
— Santiago Niño (@sninobecerra) March 31, 2020
la salida pasa por retroceder el 40% del PIB, reducir la renta, todos, el 50%, asumir que todo el mundo no puede tener un Ferrari, compensar deudas, coordinar medidas, ver dónde están las expectativas, establecer prioridades, y empezar a partir de ahí.
— Santiago Niño (@sninobecerra) March 31, 2020