El producto, de la marca Vemondo, vale dos euros y medio y su popularidad se debe en parte a las buenas críticas que ha provocado entre cuentas especializadas en productos veganos.
Por ejemplo, la web Superveggie afirmaba que es perfecta “para comer rápido y rico”. “Está elaborada con carne picada a base de proteína de girasol, lo que le aporta una textura muy similar a la de la lasaña de carne”, explicaba.
Esa web apuntaba que tiene “láminas gruesas de pasta con una textura que queda al dente”, por lo que cada bocado “tiene una buena cantidad de pasta”.
En cuanto a sabor la describían como “aceptable” y recordaba que no se debería abusar de este tipo de platos precocinados.
No es la primera vez que un producto vegano de Lidl, que apuesta fuertemente por este tipo de artículos, tiene un gran acogida. Hace dos años puso a la venta una hamburguesa vegana que agotó existencias y en sus primeras dos semanas sus ventas superaron diez veces las expectativas de la compañía.
Ahora, la lasaña está generando opiniones como estas: