Comer en los hospitales es malo para la salud: este es el menú sano del nutricionista Carlos Ríos

- Decenas de usuarios denuncian la presencia de alimentos procesados en los hospitales.

- El influencer del real fooding recomienda evitar zumos y galletas en centros sanitarios.

Comer en los hospitales es malo para la salud: este es el menú sano del nutricionista Carlos Ríos - EL ESPAÑOL
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Según informa EL ESPAÑOL, Javier Bravo no se lo podía creer. Exhausto, tras largas e innumerables horas en el hospital, comprobó, atónito, que la primera ingesta de comida sólida que le ofrecía el sistema sanitario público a a su padre,enfermo de cáncer, con anemia y recién superado un accidente cerebro-vascular, era un café y un “paquetito de galletas”. Su progenitor, ingresado en el hospital Severo Ochoa de Madrid, llevaba más de 30 horas sin comer y sólo se había estado alimentando a base de suero.

Fue la gota que colmó el vaso. Lo denunció en redes sociales; inició una petición al Ministerio de Sanidad en change.org. Llegó a los oídos del nutricionista Carlos Ríos. Y este enarboló su campaña: fuera los ultraprocesados de la comida hospitalaria.

Desde entonces, el nutricionista ha emprendido una cruzada pedagógica para informar del mal que hacen estos alimentos en los hospitales. Hace tiempo que recibe decenas de quejas con respecto a la comida de las áreas sanitarias de toda España. En gran medida, esas denuncias tienen que ver con la enorme presencia de ultraprocesados.

La alimentación es parte fundamental de la salud. Por eso, dice el nutricionista,resulta una auténtica paradoja comprobar la clase de productos que se ofrecen a su juicio en muchos centros. Productos, según él, perjudiciales para la salud. Se ofrecen galletas, zumos envasados, panes refinados, fritos tipo sanjacobos, algunas carnes procesadas, precocinados, etc.

Afectados envían al nutricionista Carlos Ríos las comidas que les toca en los hospitales españoles.

No son pocos quienes le envían al nutricionista sus casos particulares. “Después de donar sangre, me encuentro esto”, le comenta un joven a través de las redes sociales. El chaval, después de la operación, se encuentra con una mesa repleta de bollería industrial y zumos prefabricados. A otro le ofrecieron un café con galletas en un hospital madrileño.

Javier Bravo, el hombre que hizo llegar su denuncia a Carlos Ríos, explica cómo este tipo de comida se ha ido normalizando en los hospitales de toda España. “Cualquier factor dietético que empeore la tolerancia a la glucosa o promueva la resistencia a la insulina, como son todas estas galletas y zumos cargados de azúcares y harinas refinadas, probablemente aumenten el riesgo de mortalidad por infarto agudo de miocardio, insuficiencia cardíaca y cardiopatía coronaria”, asegura Carlos Ríos en su blog.

¿Es normal que a uno le den en el hospital meriendas y desayunos cargados hasta arriba de azúcares y harinas justo después de sufrir un infarto? No parece lo mejor, asegura Ríos. El mundo sanitario no parece darle demasiada importancia a este hecho.

Según este estudio de la universidad de Atlanta (Georgia), una dieta con un 25 % o más de calorías procedentes del azúcar podría triplicar el riesgo de mortalidad. Una dieta repleta de azúcares sería algo muy peligroso. Todo va en cadena, dice Ríos: la diabetes aumenta el riesgo de enfermedad coronaria.  

Y todo esto, ¿qué relación guarda con la comida que se está ofreciendo en los hospitales de toda España? El consumo de ultra procesados está estrechamente relacionado con varias cosas muy importantes: por un lado, el mayor riesgo de hipertensión. Por otro, con las enfermedades cardiovasculares. Es importante, por ello, tener precaución con los alimentos de los hospitales. Eso defiende Carlos Ríos. Son productos de dudoso beneficio para nuestra salud.

Quejas en hospitales españoles

La denuncia de Carlos Ríos y del chico que se puso en contacto con él no es la primera que se conoce en relación a la comida en los supermercados. Hay más ejemplos. Uno de ellos, el pasado mes de noviembre en el Hospital de Arriondas (Asturias). Chocolatinas, bollos, patatas, frutos secos…

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