Un chico de 17 años acaba con el tímpano perforado tras una paliza durante un robo
Según recoge El Caso, un chico de 17 años recibió una violenta paliza hace unos días durante un robo por los alrededores de una discoteca de Platja d'Aro, en el Baix Empordà (Girona). Tres jóvenes le golpearon la cabeza, lo arrastraron por el suelo y casi lo ahogan con la cadena que llevaba al cuello, provocándole una perforación en el tímpano y varios hematomas en la cara y el cuello. Los hechos empezaron de madrugada, cuando la víctima espera el autobús de vuelta a casa con dos amigos más, cuando fueron abordados por los supuestos agresores que les exigieron el dinero que llevaban encima.
A uno de los amigos lo dejaron sin el efectivo que tenía en la cartera, pero los otros dos dijeron que no llevaban nada y los jóvenes acabaron yéndose. Poco rato más tarde, cuando la víctima se quedó sola porque los compañeros ya se habían marchado, los tres supuestos ladrones volvieron, según el Diari de Girona, lo cogieron por sorpresa y lo arrastraron por el cuello hasta una zona apartada donde lo amenazaron, pidiendo que les diera el teléfono. Cuando se negó, empezaron a golpearlo con mucha fuerza en la cabeza con puñetazos mientras uno de ellos le apretaba el cuello.
Finalmente, le sustrajeron un pendiente de la oreja, así como cinco euros que se le cayeron del bolsillo. El adolescente hizo ver que perdía el conocimiento y entonces los agresores lo dejaron en paz y abandonaron el lugar. Aprovechando este momento, el chico volvió a la discoteca y pidió ayuda a los vigilantes de seguridad que llamaron a la comisaría de la Policía Local de Castell-Platja d'Aro.
Lo llevan al hospital y al día siguiente pone la denuncia
Se requirió también una ambulancia del Sistema d'Emergències Mèdiques (SEM) que lo trasladaron al Hospital de Palamós donde vieron que tenía el tímpano perforado. Mientras tanto, los agentes de la policía municipal consiguieron identificar a dos de los sospechosos, gracias a la descripción dada por la víctima. Según el mencionado diario, se trata de un chico de 15 años y otro de 18, vecinos de Girona.
Al día siguiente, el adolescente acudió con su madre a la comisaría de los Mossos d'Esquadra para poner la denuncia. Volvió a describir a los jóvenes y la policía catalana abrió una investigación para aclarar los hechos e identificar a los sospechosos. De momento, no constan detenidos.